General Electric (GE) reportó utilidad neta de US$ 996 millones
en el segundo trimestre de 2023, revirtiendo la pérdida de US$ 1,20 mil millones reportada en el
mismo período del año anterior. Los ingresos crecieron un 18% interanual hasta los 16.600 millones
de dólares.
Los resultados fueron impulsados por una mayor demanda en los sectores aeroespacial y de energía
renovable.
Los ingresos aeroespaciales aumentaron un 28% hasta los US$ 7.860 millones, con pedidos que
aumentaron un 37% hasta los US$ 9.400 millones, con los sectores comercial y de defensa a la cabeza.
Las ventas en el segmento de energía renovable avanzaron un 24% a US$ 3840 millones, con pedidos
que casi se triplicaron año tras año a US$ 8200 millones, con un crecimiento en equipos costa
afuera y terrestres en América del Norte.
La facturación de energía, por su parte, cayó 1%, a US$ 4.150 millones, pero los pedidos
crecieron 7%, a US$ 4.300 millones, con énfasis en los servicios de gas.
Para 2023, GE elevó su pronóstico de ganancias por acción ajustadas a un rango de US$ 2,10 a US$
2,30 desde su estimación anterior de ganancias ajustadas por acción de US$ 1,70 a US$ 2,00.
La compañía también pronostica un flujo de efectivo libre de US$ 4100 millones a US$ 4600
millones, frente a una proyección anterior de US$ 3600 millones a US$ 4200 millones. Este
trimestre, el flujo de caja totalizó US$ 415 millones, casi el doble de los US$ 192 millones del
año anterior.
Agencia CMA