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El fundador de Roker y primer cliente argentino de Pagani encaró su propio proyecto: un supercar con motor Mercedes-Benz.
Jorge Gómez es un personaje bien conocido por los fanáticos argentinos de los autos. El fundador de la empresa de artículos eléctricos Roker fue el primer cliente argentino de Pagani Automobili: compró su primer Zonda 7.3 en 2005. Había sido el auto personal de Horacio Pagani y el primero que usó la marca del argentino para establecer un récord en Nürburgring. La amistad que Gómez cultivó desde aquél entonces con Horacio Pagani le permitió acceder a comprar también un Zonda F y reservar uno de los pocos Utopia que se fabricarán en Italia.
Pero Gómez no sólo maneja Pagani. Por su garage también pasaron autos de Ferrari, Lamborghini y varios Porsche. A todos esos autos les dejó su impronta: los modificó, los convirtió en objetos de arte y los transformó en lienzos con artistas plásticos rioplatenses: esas obras fierreras se exhibieron en lugares como el Hotel Alvear de Buenos Aires y el Museo Porsche de Alemania (leer historia).
La otra pasión muy conocida de Gómez es su empeño por incentivar a los jóvenes a que estudien, emprendan y se animen a superar las adversidades, sin buscar atajos facilistas: "¡A mover la colita!", es su frase más conocida.
Ese afán por apostar por los jóvenes, intervenir los autos y modificarlos hasta convertirlos en objetos únicos lo movieron para encarar su proyecto más ambicioso: el “Místico”, un supercar inédito al estilo de Jorge Gómez.
“Horacio Pagani me decía así: ‘Místico’”, cuenta Gómez. “Nunca le pregunté por qué, pero elegí ese nombre para este auto artesanal. Todo el proceso de desarrollo se hizo a mano. Por empezar, vamos a fabricar una sola unidad. Después veremos si podemos replicarlo”, agrega.
El proyecto se está llevando adelante en Inglaterra, en una granja donde trabajan Claudio (argentino y ex mecánico de Fórmula 1, que armaba motores para Lewis Hamilton) y Natalio (ingeniero aeronáutico argentino), con la ayuda de otros ingenieros con experiencia en la F-1, como el francés Erik y el proyectista Sergio Rinland. "Hasta Ferrari nos ayudó de onda", cuenta Gómez.
El Místico es un supercar con motor central-delantero V12 de 6.0 litros, sin turbo. Es un motor Mercedes-Benz derivado de un roadster SL 600, de fines de los años ‘90. La elección no fue casual: “Para mí, no hay mejor sonido que el de un V12 aspirado. Los primeros siete Pagani Zonda tenían ese mismo motor”.
El Místico tendrá 740 caballos de potencia a 8.000 rpm, tracción trasera y caja manual: “Es algo que me parece que hoy ya no existe en el mundo de los autos deportivos. Es un sueño, el sueño de todo fierrero”.
No es un proyecto sencillo: “Ya invertimos mucho tiempo, trabajo y dinero, pero todavía falta mucho para terminar. El primer prototipo ya funciona, pero nos falta toda la carrocería y el interior. Acá es donde tengo que agradecer a mis amigos Carlitos, Mauro y Alejandro, que se sumaron con su apoyo al proyecto”.
Gómez y su equipo están documentando todo el proceso de desarrollo del Místico. La primera entrega de ese trabajo es muy entretenida, con pasajes dramáticos y muy emotivos. El video completo se puede ver acá abajo.
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