El justicialismo entró en estado de desesperación total después de la dura e inesperada derrota de Jorge Capitanich en el Chaco
La abrupta caída de Jorge Capitanich en las elecciones primarias de la Provincia del Chaco anoche, generó fuerte desesperación dentro del justicialismo, llamadas, mensajes, análisis y una sensación de derrota general que puede influir en todos los procesos electorales pendientes este año.
Desde que "el Coqui" derrotó al radical Angel Rozas en 2007 por unas décimas, la provincia quedó bajo estricto y completo control tanto del peronismo como de dicho caudillo. En 2011, Capitanich reeligió con casi el 67% de los sufragios y en 2015, cuando Mauricio Macri se imponía a nivel nacional y parecía que comenzaba una "ola amarilla" imparable, Chaco enfrentó dos fenómenos problemáticos para el PJ: el dos veces gobernador no podía reelegir nuevamente y se estrenaba el sistema de PASO a nivel local.
Capitanich mandó al frente a su alfil, Domingo Peppo, que se impuso en dichas primarias y mantuvo todo el caudal de votos obtenido por el peronismo en dicha elección previa: 55% de los sufragios, contra 34% de la oposición. Como para celebrar el regreso de Coqui en 2019, se suspendieron las PASO y fueron directo a la general, donde el actual gobernador consiguió cerca del 50% de las voluntades y se impuso a una oposición que no llego al 35%.
Qué revela la sorpresa electoral de Chaco
Por eso los resultados de ayer descolocan, pero también son un indicador. Las encuestas que podían verse aquí por Buenos Aires, ya anunciaban porcentajes cercanos a los efectivamente ocurridos, antes del aparente crimen de Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años que parece haber sido víctima del clan que es la mano ejecutora de Capitanich, liderado por Emerenciano Sena.
"Esto ya venía para el culo antes, empiezan a ceder ciertos bastiones provinciales del peronismo, no todos claro, ni todos juntos, pero esto es grave", dice un operador justicialista histórico. "Hubo que hacer lo que hacemos siempre pero sin guita, o con guita que no alcanzaba, porque repartíamos y la inflación hacía que no sirviera para nada en dos semanas, eso nos hizo pelota", insiste la fuente.
Uno podría concluir que la inflación destrozó al populismo y su capacidad de cambiar votos por asistencialismo. La falta de fondos impactó fuerte en las provincias en tres aspectos: la capacidad de incrementar los sueldos de la administración pública, la obra pública que antes de la crisis generaba empleo, y el reparto de planes. No es que no haya habido nada de esos tres pilares del poder peronista, es que no alcanzó a satisfacer las limitadas necesidades de un pueblo muy pobre, porque la inflación minimizó totalmente su impacto.
El peronismo, con el afán de "dar vuelta" la elección
Dentro del peronismo se han puesto anoche la misión de ayudar a Capitanich a dar vuelta la elección. De hecho, la diferencia conseguida por Juntos por el Cambio no es irremontable, se trata de algo mas de 5 puntos porcentuales. Ponen como ejemplo la "recuperación de Adolfo Rodríguez Saá en 2017", cuando el caudillo puntano perdió por casi 20% la primaria con Claudio Poggi, pero se terminó imponiendo por 10% en la general, a fuerza de un reparto masivo e indiscriminado de fondos y prebendas entre ambas elecciones.
En el kirchnerismo, confían en que Eduardo "Wado" De Pedro, desde el Ministerio del Interior "haga tronar los ATN (Adelantos del Tesoro Nacional, fondos que se otorgan discrecionalmente y que no conllevan la obligación de efectuar una rendición de cuentas)" para la milagrosa recuperación de Capitanich.
"Mirá, al margen de que justo apareció el tema de esta chica que mataron, no nos puede pasar esto en una provincia como Chaco, imagínate, atrás caen Formosa o Santiago, no nos puede pasar si no estamos empezando a pensar en desaparecer", dice un constructor electoral del peronismo.
El núcleo peronista en las provincias, vulnerado
Es que existen ciertos bastiones de poder que el peronismo no puede ceder. Cuando Cambiemos le arrebató no solamente la presidencia, sino también la Provincia de Buenos Aires en 2015, la base de la retención de poder que les permitió volver, fueron estas provincias con formato feudal donde el PJ parece inexpugnable. De hecho, en algún momento, recuperó distritos que parecían perdidos con jugadas extra electorales.
El mayor ejemplo es Santiago del Estero, que estuvo decenios bajó el control de los Juárez, fue intervenida y luego de su normalización, se impuso electoralmente Gerardo Zamora, desde el radicalismo y con la bandera republicana en su mano. Pero en poco tiempo, fue cooptado por el kirchnerismo y se transformó en uno de sus más fieles aliados, siendo que incluso, la esposa del gobernador, es senadora y la tercera en la línea sucesoria detrás de Cristina Kirchner.
Chaco, Santiago, Tucumán, Formosa forman parte de un núcleo que el peronismo considera propio y que no se puede perder jamás, una salvaguarda del poder territorial que no puede caer en manos del "enemigo" bajo ninguna circunstancia, por eso la profunda preocupación por la elección de ayer y el eventual efecto cascada.
"Por suerte Tucumán fue antes y ya está resuelto. Ahora hay que dar vuelta esto para evitar que se extienda, porque es la previa a salir terceros a nivel nacional, y eso sería el fin", dice un puntero peronista de probada experiencia política.
Según cuentan, el presunto homicidio (dado que el cuerpo todavía no apareció), influyó mas en la gente y los medios de Buenos Aires, que en Chaco, donde saben de estas cosas con bastante mas cotidianeidad. Este resultado podía observarse en las encuestas desde antes y la preocupación ya era grande, habrá que ver si logran revertir lo que consideran una catástrofe "nivel extinción", según diagnostican algunos.
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