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Retrasos y desinterés de empleados del IPS generan malestar en gran número de personas que esperan por sus jubilaciones definitivas, mientras luchan con una burocracia vetusta y sobreviven con ingresos provisorios que resultan extremadamente bajos.
No pueden más. Ya no saben qué más hacer ni a dónde recurrir. Esta es la sensación que prevalece en muchos docentes y empleados estatales que deben luchar durante meses y años para que el Instituto de Previsión Social (IPS) de la provincia de Buenos Aires, les otorgue sus haberes jubilatorios definitivos.
Mientras la canasta básica llegó en el mes de abril a 230.361 pesos, de acuerdo a datos del INDEC, y la canasta básica alimentaria se ubica en los 94.148 pesos, con un incremento interanual del 121,4 por ciento –incluso por encima de la inflación-, muchos trabajadores con aportes previsionales, jubilados y cesantes en espera de su jubilación definitiva se encuentran muy cerca o incluso por debajo de la línea de pobreza y/o de indigencia.
Los reclamos se multiplican, no solo en los más de 50 mil docentes de los que dio cuenta REALPOLITIK días atrás, sino de otros organismos estatales y a lo largo y ancho de le provincia, donde el organismo que conduce Marina Moretti ha incorporado una gran cantidad de militantes de La Cámpora a sus oficinas, creando incluso nuevos centros de atención para poder cobijarlos a todos.
Sin embargo, mayor cantidad de oficinas no parecen ser la solución a los problemas de demoras que son denunciados en la capital provincial y en distritos del interior como Maipú, San Vicente, Médanos, Marcos Paz, San Andrés de Giles, San Pedro y Torquist, entre otros.
En las últimas horas se conoció un video del Centros de Atención al Público de General Rodríguez, ubicado en la calle 2 de Abril, en el que puede verse a una vecina reclamando telefónicamente por su expediente jubilatorio, mientras la empleada del IPS se entretiene con su celular y permanece escuchando música a alto volumen.
Según dicen, en la sede central del IPS “no dan abasto” con la cantidad de trámites en curso. Sin embargo, el número de empleados aumenta más y más, al tiempo que las respuestas a los vecinos parecieran estar en baja.
(www.REALPOLITIK.com.ar)
