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En lo que va de abril, las automotrices no recibieron la liberación de los permisos para traer vehículos del exterior; advierten que se agudizará la escasez de unidades
En lo que va de abril, y como un reflejo ante el estrangulamiento de las reservas del Banco Central (BCRA), el Gobierno cerró el grifo de las importaciones de autos a través del sistema SIRA que regula el ingreso de productos en el país. Con solo tres días hábiles por delante para que termine el mes, no se liberó el ingreso de nuevos autos como esperaban las automotrices, según señalaron a fuentes la nacion de terminales que fabrican en el país e importadores.
“Cero SIRA”, respondieron en una automotriz ante la consulta de si habían obtenido las autorizaciones correspondientes para importar autos, como en meses previos. “Esperamos que liberen algo”, indicaron en otro fabricante que tampoco recibió el visto bueno para lo que había solicitado.
Con dólares propios
Por el lado de los importadores que no cuentan con una fábrica en el país, la situación es la misma, con la salvedad de que el sistema SIRA implementado desde mediados de octubre último permite entrar autos con dólares propios de los clientes, sin pedírselos al Banco Central (BCRA) a través del canal importador tradicional (a $227). Para esos casos, explicó un importador, el sistema viene funcionando, pero de manera muy espasmódica y no exento de trabas.
“Puede pasar más de un mes sin que liberen nada y, de golpe, autorizan todo junto”, contó otro importador. “Hubo problemas operativos con la opción de los dólares propios. A pesar de que no afecta las reservas del Central, también hay que luchar con las autorizaciones”, agregó. “Para los importadores que intentan ir por el canal del dólar oficial, el grifo está completamente cerrado”, completó.
El sistema SIRA reemplazó a las anteriores “SIMI” que regulaban las licencias de importación con el objetivo de unificar las autorizaciones y cuidar los cada vez más escasos dólares existentes en el BCRA. La principal diferencia con el sistema previo está determinada por los plazos de pago, que pueden llegar hasta los 180 días de autorizada la importación (es decir, el Banco Central libera los dólares para pagar al exterior seis meses después del ingreso del producto).
El freno en abril
En los primeros tres meses del año, las autorizaciones para las terminales que producen en el país fluyeron dentro de lo esperado, pero desde que arrancó abril se frenaron, señaló una fuente del sector. Entre los importadores, quienes recurrieron a la opción de usar dólares propios sin pedírselos al Central lograron entrar modelos en el primer trimestre luego de un largo período sin poder importar ni una unidad durante 2022.
Un importador explicó que hay marcas –como es su caso– que tramitan primero la SIRA y, una vez que obtienen la autorización, hacen el pedido del auto al exterior, con lo que evitan que el modelo quede parado en la Aduana a la espera de su ingreso. Pero en el caso de las automotrices con fábrica en el país que importan volúmenes mayores (principalmente de Brasil), la dinámica funciona al revés y por ese motivo sufren el problema de los autos frenados en el puerto sin permiso de entrada.
Más restricciones
Las restricciones para importar autos se agudizaron en los últimos años y cambiaron el panorama del mercado local. En el primer trimestre de 2023, los vehículos de fabricación nacional llegaron al récord del 64,2% de las ventas acumuladas, frente a un 28,3% de los provenientes de Brasil. En el primer trimestre de 2022, los porcentajes de autos argentinos y brasileños habían sido de 60,6% y 30,5%, respectivamente. Y cinco años atrás, la situación era al revés, con los autos brasileños como actores principales del mercado local.
De los 10 autos más vendidos en el mes de marzo, ocho son producidos en la Argentina: Fiat Cronos, Peugeot 208, Toyota Hilux, Ford Ranger, Volkswagen Amarok, Renault Kangoo, Nissan Frontier y Volkswagen Taos. De esa lista, solo los Toyota Etios y Yaris provienen de Brasil.
La escasez de modelos en el mercado viene provocando demoras importantes en las entregas en los comercios y denuncias de fuertes sobreprecios en concesionarios por la falta de stock, un panorama que el cepo importador de abril tenderá a agravar en los próximos meses. En lo que va del año, los autos 0km acumulan aumentos de precios de entre 5% y 7% mensual en promedio.
Fuente: La Nación
