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El año electoral comenzó con Neuquén y Río Negro: sorpresas, foco local y fisuras hasta en el los festejos

 Neuquén y Río Negro se convirtieron este fin de semana en las dos primeras provincias con elecciones anticipadas de gobernador. Y en este comienzo, hubo una enorme sorpresa: la caída del Movimiento Popular Neuquino, luego de seis décadas de hegemonía. En cambio, se confirmó la continuidad de la fuerza gobernante en el caso rionegrino. Las dos grandes coaliciones nacionales se mostraron fracturadas en los dos distritos y las celebraciones mostraron esas diferencias.

En Neuquén, se impuso por algo más de dos puntos Rolando Figueroa (35,6%), que con una coalición muy amplia y listas colectoras derrotó al actual vicegobernador, Marcos Koopmann (33,14%). Tercero resultó Ramón Rioseco (12,7%), del Frente de Todos.

Figueroa rompió con el MPN y su candidatura contó con el apoyo del PRO, sectores de la UCR y alguna franja peronista. Su triunfo fue celebrado por Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, que lo habían apoyado directamente, a quienes se sumaron María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich, que en no había acompañado esa apuesta.

En cambio, Elisa Carrió tomó distancia, cuestionó los “intereses” de algunos dirigentes en la provincia y cargó duramente contra Macri, de quien dijo que prefiere la cercanía con Javier Milei y no juega a favor de mantener de Juntos por el Cambio.

En Río Negro también fueron fragmentadas las fuerzas nacionales, que se expresaron en las colectoras. Se impuso, como era esperado, Alberto Weretilneck (38,5%), que vuelve así a la gobernación. Derrotó al principal representante del PRO, Aníbal Tortoriello (22,5%). Sectores de la UCR integraron el amplio abanico que acompañó al ex gobernador.

El Gobierno nacional esperaba que se impusieran las dos fuerzas provinciales actualmente en el poder local. Eso se explica porque podría haber celebrado los dos casos como triunfos de aliados que, en general, reproducen la lógica de los partidos o frentes locales cuando gobiernan sus distritos: mantienen buenas relaciones con el Ejecutivo nacional.

Se trata de otra muestra del nutrido listado de elecciones desenganchadas de la presidencial, por razones legales o cálculo político. Son dieciséis las provincias con fechas propias. Y a eso se suman intendencias: el caso más notorio es Córdoba.

Pero este último domingo la disputa municipal se dio en Trelew. Allí el candidato de Juntos por el Cambio, Gerardo Merino, se impuso con el 32% y dejó en el segundo lugar al kirchnerista Emanuel Coliñir, que registró un 15,8%.