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Tras el impacto de la inflación, el Gobierno busca mostrar firmeza frente al malestar por los cortes de luz

 La escalada de precios que expresó el IPC de febrero y las estimaciones para este mes generaron fuerte preocupación en el oficialismo por el clima social. Y el Gobierno decidió tratar de mostrar firmeza frente al malestar que provocan los cortes de luz, con temperaturas que vienen rompiendo récord en el país. En estas horas, el ENRE avanzará con denuncias contra Edesur, en cuya área se registran los números más altos de problemas con el suministro de electricidad en barrios porteños y del GBA.

Con impulso de Economía, la secretaria de Energía, Flavia Royón, instruyó al referido ente para que realice una denuncia penal contra las autoridades de Edesur por “malversación y fraude” contra la administración pública y por “abandono de personas”. En ese contexto, reaparecieron las versiones sobre la posibilidad de cancelar la concesión.

La decisión política de la cartera a cargo de Sergio Massa llega al final de otra larga seguidilla de muy altas temperaturas con cortes en la Ciudad de Buenos Aires y varios municipios del sur del conurbano. Las protestas se fueron sucediendo en distintos barrios y pegaron sobre las empresas de electricidad pero también y de manera directa sobre el Gobierno.

El contexto general está marcado por el fuerte aumento de precios. El IPC de febrero estuvo por encima de las estimaciones que difundían desde oficinas del Gobierno. Registró un 6,6%, con especial incidencia del rubro de alimentos y bebidas, que llegó al 9,8%. La cifra interanual llegó al 102,5%.

La situación económica alimenta la interna cada vez más de manera visible, aunque sin apuntar por ahora directamente sobre Massa. Cristina Fernández de Kirchner dedicó buena parte de su último discurso, en la sede de la Universidad de Río Negro, a señalar los problemas en ese terreno. Y La Cámpora cuestionó con dureza el acuerdo con el FMI para reducir la meta de acumulación de reservas.

El Fondo reclamo que en el año electoral no sean descuidados los compromisos de ajuste. Y eso pone en guardia al espacio más duro del kirchnerismo, que no acepta retocar -mediante el decreto de reglamentación- la ley que establece una nueva moratorio previsional.