Estamos atravesando una de las particulares ironías de nuestra historia, como consecuencia de años de corrupción generalizada de nuestra clase dirigente, que con indiferencia moral aceptamos, sumado a la estupidez masiva de millones de argentinos que nada advirtieron o no quisieron ver, ahora debemos afrontar un altísimo precio que se materializa en el derrumbe de nuestra economía, la fragmentación y enfrentamiento social, la destrucción de la educación y la expansión incontrolada del narcotráfico con sus nefastas realidades de muerte y degradación moral y material.
Las palabras suelen ser insuficientes para describir lo que nos acontece ya que para recuperar todo lo perdido y restablecer el orden, la ética, la moral y la justicia a no dudar nos costarán décadas de esfuerzo mancomunado.
Esta dramática y apocalíptica historia se acrecienta y acelera por la pandemia, hoy magnificada por un desastre climático: la sequía que destruye nuestra producción agrícola y castiga a nuestra ganadería, unas de nuestras mayores fuentes de divisas.
Las economías regionales están siendo duramente castigadas por esta coyuntura, así lo expresa Coninagro en su informe de días pasados, 19 son las provincias involucradas, no vamos a entrar en los detalles pero si es necesario ya analizar y buscar soluciones para enfrentar esta realidad. Sin embargo nuestra dirigencia política dominada y limitada a sus disputas internas, dejan en evidencia su incapacidad e indolencia ante tal problema, esto nos coloca a todos los ciudadanos comunes al dilema de cómo salir de este laberinto en el que nos encontramos.
Una de las dificultades de larga data que afecta a nuestras economías regionales es la dificultad para financiar su normal desenvolvimiento y encontrar socios a riesgo, por ello la necesidad de contar con fuentes alternativas y genuinas para atender estas necesidades, a no dudar que este problema tiene una solución no inmediata pero sí en el corto plazo ya que los fondos están, son más que suficientes y de seguro acceso.
Entonces ¿Cuál es y dónde está su solución? En los mercados de capitales que hoy los tenemos abandonados y despreciados y pruebas al canto, en la década del 1960 cotizaban en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires 660 empresas entre grandes y medianas hoy solo lo hacen 81 y todas mega empresas,.
Conclusión y pregunta ¿Qué pasó, porque esta jibarización de nuestro mercado de capitales? Un solo motivo: las malas políticas que ahuyentaron al capital por la inseguridad jurídica, erróneas políticas económicas, desorden y caudillismo en materia laboral, que solo generan inflación descontrolada.
Si establecemos y realizamos políticas coherentes, ciertas y permanentes en el tiempo, a no dudar que con esfuerzo y tiempo salimos de este caos. Por ello es el momento que impongamos a nuestros dirigentes los más idóneos y honestos que no duden en asumir la responsabilidad afrontar y controlar esta situación y ofrezcan y expongan a la ciudadanía sus planes de gobierno en detalle ya que debemos votar y con el voto definiremos nuestro destino y el futuro de quienes nos suceden en la vida.
Diego Lo Tártaro Presidente de IADER