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Lo que dejó el 2022

 Mercado internacional


Culmina otro año para los mercados, con un Wall Street con preocupantes retornos negativos en el año y que impactaron fuerte en el público inversor y en el que se vivieron sucesos en el mundo que cambiaron “las reglas del juego”. Entre los hechos más relevantes, los datos económicos y la política monetaria de la Fed fueron de los más significativos en las cotizaciones durante el año. Con el correr del año, las economías globales experimentaron aumentos inflacionarios que impulsaron a los Bancos Centrales a tomar medidas severamente contractivas para que esto no continúe, lo cual dejó como resultado un escenario revolucionado y con grandes incertidumbres e inquietudes.

Con el foco principal en Estados Unidos, la Reserva Federal tomó la decisión de la suba de las tasas de interés, lo que generó un mal clima en los activos y principalmente en el sector tecnológico, debido a que son empresas que toman deuda para sus proyectos y por ende la suba de tasas hace que estas se incrementen. Asimismo, esto generó preocupaciones sobre una posible recesión económica con un fuerte aumento de tasas. De esta manera, todos los meses el público inversor se mantuvo expectante a la publicación de datos económicos y a las reuniones de la Fed. Al principio fueron subas agresivas, y hacia el cierre del año se empezaron a relajar con la inflación que comenzó a desacelerar. En este sentido, diciembre terminó con una suba de 50 puntos y un acumulado anual de 4,50%.

En este contexto, los principales índices estadounidenses finalizan el año con una marcada tendencia bajista, acumulando una baja anual de 9,54% para el Dow Jones, 20,18% para el S&P 500 y 33,78% para el Nasdaq, según sus ETF de referencia.

Por otro lado, China, país en el que comenzó el COVID-19, este año continuó con medidas muy estrictas debido a los contagios que continúan propagándose, y si bien estos últimos días anunciaron ciertas relajaciones en las políticas contra el COVID-19 no volvieron a la vida pre pandemia. En este escenario, cabe la pregunta respecto de si se podría beneficiar el sector energético a causa de esta situación en la que el mayor consumidor de petróleo (China) no logró retomar su consumo habitual.

En línea con el sector energético, los precios del petróleo se dispararon, como muchos de los commodities a fines del febrero pasado cuando comenzó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y muchos tocaron máximos históricos (US$ 120 en el caso del barril del petróleo). Puntualizando en el crudo, a lo largo del año los precios se fueron corrigiendo principalmente por los temores en China sobre cómo continúa la reapertura económica, sin embargo, es el único sector que cierra de forma anual de manera positiva, tal como refleja el ETF del sector energético XLE que acumula una suba anual superior al 50%.

Para finalizar, los activos que no dejaron de dar noticias fueron las criptomonedasBitcoin, la reina de las cripto, inició el año cotizando cerca de los US$ 47.000 y al momento de escribir el presente comentario se encontraba en los US$ 16.500, perdiendo más del 64% de capitalización.

Mercado local

La plaza local también tuvo un año lleno de sorpresas, con muchos cambios importantes. Pero a diferencia de Estados Unidos, el mercado local se volvió más optimista y la mayoría de las acciones que componen al panel líder terminaron el año con subas superiores al 100%. El destacado es el sector energético con acciones como YPF (YPFD), Pampa (PAMP), Transportadora Gas del Norte (TGNO4), Transportadora Gas del Sur (TGSU2) y Central Puerto (CEPU) que finalizan el año con aumentos anuales superiores al 200%, una racha alcista que pareciera continuar para el próximo año, con muchas expectativas en este sector principalmente por las inversiones de las empresas en el proyecto de Vaca Muerta. De esta manera, el índice Merval en pesos cierra el año en los 202.515 puntos (nuevo máximo histórico), con un aumento del 138% anual.

En este contexto, el Merval medido en dólares comenzó el año en la zona de US$ 420, si bien el primer trimestre fue bueno para los ADR, a mediados de año el mercado sufrió ciertas turbulencias que llevaron al mercado a mínimos. Sin embargo, en el último trimestre volvieron los impulsos positivos llevando al índice a finalizar el año en US$ 590, un aumento del 40% anual. Impulsado al igual que la plaza en pesos por las empresas energéticas.

Entre los acontecimiento que movilizaron al mercado en el transcurso del año, se encuentran los cambios en el Ministerio de Economía: en primer lugar, tras lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y acordar con el club de París, Martín Guzmán presentó su renuncia. Luego de ese suceso, y por un tiempo breve, el mando fue asumido por Silvina Batakis, quien intentó acomodar la situación macroeconómica. Finalmente, Sergio Massa tomó las riendas y utilizó los recursos a su alcance para cumplir las disposiciones del FMI y mantener a flote la economía local.

Otro punto que no pasó desapercibido este año fue la postura del Ministro de Economía de no devaluar y de este modo generar desdoblamiento cambiario. Sobre el segundo semestre del año, teniendo en cuenta lo acordado con el FMI, el Ministro de Economía propuso que las cerealeras (principalmente de soja) liquiden pero las mismas no estaban dispuestas a liquidar al valor del dólar oficial, de este modo nació el “dólar soja”. Este tipo de cambio se implementó en dos oportunidades, con un valor de $200 en la primera oportunidad y logró recaudar lo estimado. Sobre el cierre del año, diciembre fue protagonista del segundo mes del dólar soja, y su valor en esta oportunidad fue mayor pero no fue suficiente para lograr el objetivo.

Asimismo, en cuanto a la relación de Massa con el mercado, el termómetro de la confianza son las licitaciones, si bien al principio fueron aceptadas en el último trimestre del año tambalearon. Sin embargo, las últimas dos licitaciones del año resultaron exitosas con recaudaciones por encima de los vencimientos a cubrir.

En esta línea, con relación a la renta fija, se incorporó un instrumento muy elegido por parte del público inversor: los ”bonos duales”. Este instrumento brinda la posibilidad de comprar un bono y al momento del pago se indexa por inflación teniendo en cuenta el coeficiente CER o por tipo de cambio mayorista, dólar linked.

Siguiendo con la renta fija, los bonos soberanos en dólares arrancaron el año de mala manera, los primeros meses fueron duros para estos instrumentos debido al contexto económico desfavorable, principalmente por la falta de reservas en el Banco Central. Sin embargo, en el segundo semestre la situación comenzó a mejorar, y eso tuvo que ver con las negociaciones con el FMI que fueron buenas, se lograron cumplir las metas pautadas y llevó a una recuperación de los bonos cercana al 40%. Sin embargo, finalizan el año en terreno negativo, en promedio toda la curva sigue un 20% abajo. Veremos qué nos depara el nuevo año.

Para finalizar, los dólares financieros cerraron el año con protagonismo. El dólar MEP finalizó el 2022 con una suba acumulada anual del 66%, con su cotización en los $328,54, mientras que el contado con liquidación acumuló una suba de 68% anual, cerrando en torno a los $341. Este año en lo que respecta al dólar experimentamos un gran desdoblamiento cambiario, en el que tuvimos dólar mayorista, dólar oficial, dólar tarjeta (implementado para las compras en dólares con tarjetas de crédito), dólar Qatar (implementado por el mundial de fútbol), dólar soja (implementado para obtener una mayor liquidación del campo), dólar solidario, dólar MEP y dólar CCL.







Priscila Bruno

Analista


RAVA