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En su punto más bajo este año, el euro había caído más de un 20% desde su máximo de 1,2349 de enero de 2021 frente al dólar y, a pesar del interés comprador en torno a la paridad, existe el riesgo de otro descenso del 5%, llevando al EUR/ USD por debajo de 0.9500 antes de fin de año.
Existe el peligro de que el mercado de divisas esté poniendo demasiado énfasis en la postura agresiva del Banco Central Europeo y no prestando suficiente atención a las perspectivas económicas de la zona euro.
Las subidas de tipos del BCE no son una red de seguridad, sino más bien un mecanismo de desaceleración de la depreciación del EUR/USD.
La economía de la zona euro sigue en riesgo por los altos precios de la energía y, a pesar de una moderación en los costos de la gasolina y la energía, el daño al sector industrial manufacturero del bloque monetario podría ser duradero y posiblemente cambiar las reglas del juego.
Hay señales de que la inflación podría alcanzar su punto máximo en el próximo mes o dos y esto, más un menor pesimismo sobre el crecimiento, podría poner al euro en una mejor perspectiva. Sin embargo, la crisis energética no ha terminado y es probable que haya más dolor para Europa. Esto y el papel de refugio seguro del dólar y una economía estadounidense más resistente pesarán sobre el EUR/USD.
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