En lo que refiere a las Bolsas, el marco dictado por los entes regulatorios (la SEC en EEUU, la CNV en Argentina) tiene dos fines muy claros: evitar que se utilicen los mercados para lavar dinero obtenido en actividades ilícitas y proteger a los inversores menos experimentados ante posibles estafas de participantes deshonestos. Sobre el primer objetivo y contrariamente a lo que muchos piensan, el mercado de criptomonedas representado por los exchanges (la puerta de entrada más importante al mercado en la actualidad) ha dado muchos pasos en esa dirección. Aplica políticas KYC (Know your customer o Conoce a tus clientes) y AML (Anti-money Laundering o Contra el lavado de dinero). Y si bien el mercado de las DeFi (Finanzas Descentralizadas) aún no ha podido igualar los controles de los exchanges, lo cierto es que sus operaciones representan menos de un 5% del total, por lo que la falta de medidas en DeFi no afecta sustancialmente al mundo cripto. No obstante, el segundo objetivo (proteger a los inversores) es una deuda a todas luces pendiente que está comenzando a afectar el alto potencial de esta industria todavía naciente. ¿Cómo se logra proteger a los inversores en los mercados bursátiles tradicionales? Existen varias regulaciones y las que más nos interesan aquí se vinculan con la dificultad de acceso a los activos más volátiles y riesgosos que esta industria posee (opciones bursátiles, futuros, FX y trading de monedas). En lo que refiere al day trading (compraventa de acciones en el día), todo inversor debe cumplir con la regla de Pattern Day Trader (Patrón de Operador Intradiario), que implica mantener un saldo mínimo de 25.000 dólares en la cuenta. Sumado a ello, al abrir una cuenta en un agente de Bolsa, el cliente debe completar una declaración jurada donde se le formulan preguntas acerca de sus conocimientos sobre el riesgo inherente a instrumentos financieros donde podría invertir. También se le pregunta sobre su patrimonio y la distribución en bienes más líquidos (que se pueden convertir rápidamente en efectivo) y más ilíquidos (que no se pueden convertir rápidamente en efectivo). En base a las respuestas del cliente, el agente de Bolsa le otorgará un estatus de inversor. De ese estatus dependerá, por ejemplo, si se le permite tomar deuda para invertir en un activo (apalancarse) o acceder a inversiones en opciones o futuros (derivados). Estos controles internos existen porque detrás hay entes reguladores que vigilan lo que hacen los brokers con el dinero que sus clientes depositan en ellos y castigan con multas e inhibiciones para operar a quienes realicen un manejo irresponsable de esos recursos. Ahora que conocemos a grandes rasgos cómo funcionan las regulaciones en los mercados financieros tradicionales, vamos a realizar un ejercicio para comprender lo que sucedió con Terra y con Celsius, para entender cómo la regulación podría haber evitado sus pérdidas, que totalizan más de 40.000 millones de dólares. Terra y Celsius: ¿Se podría haber evitado el defalco con regulaciones? |