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¿Son riesgosas las criptomonedas estables?

 

Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación

Es la criptohistoria del momento: la stablecoin TerraUSD (UST) perdió su paridad con el dólar y provocó la pérdida de más de US$ 30.000 millones en tokens tanto de la propia UST como de la criptomoneda LUNA, ambas pertenecientes al ecosistema de Terra, una de las blockchains más pujantes.

La magnitud de la caída asustó a buena parte del mundo inversor, que ahora pone en duda la seguridad de todas las criptomonedas estables. Se teme un efecto contagio y más desequilibrios en el sector.

Frente a este panorama cargado de incertidumbre, en la columna de hoy apelaremos al conocimiento que se tiene de las stablecoin para despejar dudas y comprender por qué estos instrumentos aún conservan un valor de más de 155 mil millones de dólares (más de 4 veces las reservas brutas de nuestro Banco Central y más de 10 veces las reservas netas).

Distintos tipos de stableocoins

Si bien existen en la actualidad más de 200 variedades, son dos los modelos de criptomonedas estables que priman:

  1. Las stablecoin respaldadas por FIAT (dinero o activos monetarios de máxima seguridad y liquidez).
  2. Las stablecoin algorítmicas respaldadas por criptoactivos que en general se corresponden con el activo nativo de la misma blockchain.

Las primeras:

Entre las respaldadas por FIAT encontramos a USDT (emitida por Tether), USDC (emitida por la empresa Circle) y BUSD (emitida por la firma Paxos). Las tres concentran más del 90% del valor de mercado del sector.

USDT apareció en 2014. Es la stablecoin más antigua y la más utilizada por traders e inversores, aunque probablemente la menos segura del top 3. Ello se debe a que en su último informe de reservas consolidadas se informó que sus más de 74 mil millones de tokens (equivalentes a 74 mil millones de dólares) están respaldados en un 86% por efectivo y equivalentes (fondos money market y bonos del Tesoro de EEUU de corto plazo), mientras que el resto se reparte entre bonos corporativos, préstamos garantizados y otras inversiones en criptomonedas.

Circle, en cambio, alega poseer el 99% de sus reservas en cash y similares para respaldar sus más de 52 mil millones de dólares de tokens USDC, mientras que Paxos sostiene que el 100% de su más de 18 mil millones de tokens emitidos están respaldados por cash y equivalentes.

Un dato clave: en los casos de USDC y BUSD los balances que respaldan estas afirmaciones se encuentran auditados bajo regulación de EEUU, mientras que con USDT no sucede lo mismo.

En cierto punto, USDC y BUSD serían más seguras que la mayoría de los bancos ante corridas de los ahorristas e inversores. Los bancos, al prestar el dinero que guardan de los depósitos de sus clientes, se operan con cierto riesgo de quiebra o default, tal como sucedió en 2001 en Argentina.

Las segundas:

Entre las stablecoins logarítmicas se encuentran DAI (emitida por MakerDAO, ligada a la blockchain de Ethereum) y la difunta UST. En ambos casos no hay cash ni equivalentes que respalden la emisión, sino que se busca mantener la paridad 1 a 1 con el dólar a través del control de la oferta de tokens, muchas veces en conjunción con tokens no estables como en el caso de UST y LUNA o DAI y ETH (el token de Ethereum).

La esencia de este tipo de criptomonedas estables es su descentralización, palabra clave en la filosofía del mundo cripto. No obstante, salvo el caso de DAI, donde los contratos inteligentes con altas coberturas la mantienen al amparo de las crisis de mercado, por ahora no han podido tener éxito en su objetivo de replicar al dólar.

El colapso de UST se explica por las vulnerabilidades en su algoritmo de paridad entre UST y LUNA que detectaron y explotaron distintos traders, quienes lograron crear una emisión exagerada de tokens de LUNA que hizo que este token pierda valor rápidamente en el mercado (pasó de valer 100 dólares a milésimas de centavos en cuestión de días), produciendo el desacople de UST con el dólar desde valores de 1 a los 0,08 centavos de dólar que cotiza al momento de escribir esta nota.

Los 4 riesgos más importantes para el inversor de stablecoins

A nivel general, podemos detectar 4 riesgos existentes al momento de invertir en criptomonedas que todo inversor debe tener en cuenta.

1 . Riesgo de pérdida permanente de la paridad con el dólar:

La palabra “permanente” es muy importante aquí, puesto que todas las stablecoin han tenido en algún momento una pérdida momentánea de la paridad por algún motivo, pero el problema ocurre cuando muestra incapacidad para retomar rápidamente esa paridad. Es lo que sucedió con UST, que, si bien estuvo dos días en operando entre 70 y 92 centavos por dólar, luego derrapó hasta los niveles actuales cercanos a cero. En el caso de los stablecoins respaldados por FIAT, este riesgo podría existir si el mercado desconfía del respaldo de los tokens emitidos o cree que no alcanzan para cubrir el circulante. En el caso de USDC y BUSD, como vimos, sería un riesgo más bien marginal, mientras que en USDT, en función con lo que suceda en momentos de estrés financiero con el 14% de sus inversiones que no son cash y equivalentes, asumiendo que ese porcentaje es real y no mayor, pese a que los datos no están auditados en EEUU. De perderse la confianza, tranquilamente la paridad podría bajar a 0,86 dólar.

2. Riesgo empresario:
El riesgo empresario es un riesgo de centralización. Si la empresa que emite una determinada moneda estable (Circle, Tether, Paxos, etc.) quiebra o tiene problemas legales con acreedores, será fundamental que los fondos que respaldan al circulante de tokens se encuentren al margen de esa situación y bien custodiados para que la cripto no se derrumbe. Estos casos extremos aún no sucedieron, por lo que por ahora no son más que especulaciones a considerar en un análisis de inversión. En el caso de las stablecoin algorítmicas, este riesgo no existe debido a que son descentralizadas y controladas por DAOs (Organizaciones Descentralizadas y Automatizadas).

3. Riesgo de plataforma:
En general, quien compra criptomonedas estables lo hace para invertirlas a tasa en plataformas centralizadas o en protocolos pertenecientes a las finanzas descentralizadas. El riesgo de plataforma se vincula con la institución financiera en la que se confía, que puede algún día quebrar o ser hackeada. En el caso de la inversión en DeFi, el riesgo radicaría en que el contrato inteligente sea hackeado o presente un exploit (manipulación de los activos del protocolo para favorecer una maniobra de sustracción utilizando ingeniería financiera).

4. Riesgo de regulación:
En términos de regulación, los riesgos son importantes, puesto que no se sabe aún qué dirán las normas con las que los Estados buscarán controlar un sector tan innovador y pujante como molesto para muchos poderes concentrados, tanto políticos como económicos (multinacionales). Se presume que puede ser inminente un marco regulatorio, por lo menos en EEUU, país que actúa como referente internacional en estos temas. Cabría esperar que la potencial regulación de la SEC (Security And Exchange Commission, el equivalente a la Comisión Nacional de Valores local) no atente contra los intereses de los inversores. No obstante, si entramos en el terreno de las especulaciones, los recientes dichos del director de este organismo, Gary Gensler, quien vinculó a las stablecoins con maniobras de lavado de dinero y narcotráfico, no nos permiten ser optimistas.