Petróleo: 42% en dólares Los factores mencionados más arriba actuaron como disparador del precio del barril de crudo, cuyos contratos de futuros pasaron de negociarse a valores bajo cero a principios de la pandemia a escalar por encima de los 100 dólares. Puesto que invertir en petróleo físico resulta imposible para el ahorrista medio, una de las opciones disponibles es el ETF United States Oil Fund (USO), que cotiza en Nueva York y se puede comprar como una acción a través de distintos agentes de Bolsa locales. Si bien no replica exactamente el precio del petróleo, se acerca bastante y representa una opción válida para inversiones de corto y mediano plazo en escenarios como el actual. De hecho, desde el 1 de enero acumula una suba del 41% en dólares. Otros commodities agrícolas: 13,67% en dólares En tiempos de tensión geopolítica e inflación en dólares, los productos extraídos de la tierra ofrecen en líneas generales una buena cobertura. El ETF Invesco DB Agriculture Fund (DBA) constituye una alternativa más que interesante gracias a la diversificación de su portafolio de inversión en trigo, soja, café, azúcar y más commodities internacionales. Los resultados están a la vista. Oro: 6,05% en dólares El metal amarillo constituye desde siempre una opción nada despreciable en momentos de subas de precios constantes. La opción que tiene un inversor minorista para ganar exposición en este activo (si no puede o no quiere comprar el oro físico) es el SPDR Gold Shares (GLD), que es un ETF que viene replicando de manera muy exacta al Oro en las últimas décadas y opera un importante volumen diario de más de 200 millones de dólares. Si bien a principios de marzo la ganancia acumulada de GLD en apenas dos meses era superior a la actual (13,06%), luego de ese pico tuvo una toma de ganancias que de todas maneras lo deja en terreno positivo. Si la inflación en USA sigue en aumento, lo más probable es que ese máximo anual vuelva a alcanzarse. ETF inverso de Bonos del Tesoro de EEUU: 43,80% en dólares Se trata de un fondo que apuesta a la baja de los bonos de la deuda estadounidense. Implica un riesgo muy alto y, por eso, se trata de una inversión que eventualmente debe realizarse en un lapso corto de tiempo. Su lógica es la siguiente: si la FED (Banco Central de EEUU) sube las tasas de referencia (como ya anunció que lo hará durante todo el año y gran parte de 2023), los precios de los bonos del Tesoro (Treasury bonds) bajarán debido a que pagan intereses muy bajos y el mercado les exigirá tasas más cercanas a las de referencia de la economía norteamericana. Para aprovechar este escenario, existe el ProShares UltraShort 20+ Year Treasury (TBT), un ETF que utiliza distintos derivados financieros para replicar de manera inversa y x2 el precio de los bonos. Por lo tanto, si los precios bajan 2%, TBT subirá 4%. Por otro lado, si los bonos suben, TBT bajará el doble. El problema es que a largo plazo TBT tiende a la baja porque, al utilizar derivados financieros, hay un costo de comisión que constantemente erosiona el precio del ETF. Cedear del ETF XLE: 38% en dólares Para los ahorristas que tienen su cuenta comitente en un banco y no en un agente de Bolsa con acceso a Nueva York, hay instrumentos también interesantes. Se pueden buscar acciones de empresas vinculadas a hidrocarburos y el agro, que están experimentando muy buenos rendimientos. Si no quieren saber nada con el riesgo local y desean apostar por un grupo amplio de compañías internacionales, pueden adquirir con pesos en la Bolsa de Buenos Aires el cedear que replica al ETF XLE, que representa al Energy Select Sector Index en EEUU. Son acciones de multinacionales energéticas de gran capitalización vinculadas con el negocio del gas y el petróleo. |