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La 1ª vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, colocaba al candidato de centro-derecha Emmanuel Macron y a Marine Le Pen en las dos primeras posiciones, como ocurriera en 2017. El ganador entre ambos candidatos se decidirá en la segunda vuelta del 24 de abril, en una votación que probablemente sea mucho más incierta que hace 5 años. La diferencia entre los dos rivales se ha reducido considerablemente en las semanas previas a la primera vuelta de las elecciones. Sin embargo, el presidente en funciones sigue posicionándose como el favorito para la reelección.
SI EMMANUEL MACRON RESULTA REELEGIDO, LOS PRÓXIMOS 5 AÑOS DEBERÍAN ESTAR MARCADOS POR LA CONTINUIDAD
Su programa incluye la supresión de la Cotización sobre el Valor Añadido de las empresas (CVAE, 10.000 millones de euros), el fin del canon de licencia de televisión (unos 4.000 millones de euros) y el aplazamiento de la edad legal de jubilación de los 62 a los 65 años (una reforma que quedó en suspenso a causa de la pandemia). En el contexto de las presiones inflacionistas, Macron también propone seguir limitando la subida de los precios del gas y la electricidad, ampliar la rebaja de los precios de los carburantes e indexar las pensiones a la inflación.
NO SE PUEDE DESCARTAR UNA VICTORIA DE MARINE LE PEN
La caída de las acciones francesas y la subida de los rendimientos de los bonos en los días previos a la primera vuelta demuestra que ya no se puede descartar una victoria de Marine Le Pen. En caso de que esto ocurriera, se espera una reacción más negativa por parte de los mercados, que perciben a la candidata de extrema derecha como menos fiable en términos de finanzas públicas. Su programa incluye el adelanto de la edad de jubilación a los 60 años para los que empezaron a trabajar antes (costo estimado de 26.000 millones de euros), la reducción del IVA sobre la energía (10.000 millones de euros) y un préstamo público a interés cero para promover la propiedad de la vivienda (13.000 millones de euros).
En cuanto a los ingresos, la mayor parte provendría de varias medidas que excluyen a los extranjeros de las prestaciones sociales. Sobre todo, la elección de Marine Le Pen se consideraría una amenaza para la estabilidad y la cohesión política de la Unión Europea ya que le desafiaría volviendo a imponer controles fronterizos, reduciendo la contribución neta de Francia al presupuesto de la UE y cuestionando la supremacía del derecho comunitario.
SI MACRON ES REELEGIDO, LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS PODRÍAN SER PELIGROSAS PARA SU PARTIDO
Si pierde la mayoría parlamentaria, Macron se verá obligado a formar un gobierno de coalición, lo que aumentaría el riesgo de inestabilidad política y reduciría su capacidad para aplicar su programa. Aunque las elecciones parlamentarias celebradas justo después de las presidenciales siempre han ofrecido una mayoría al presidente recién elegido, la situación podría ser diferente esta vez, especialmente en caso de una victoria ajustada.
Sea cual sea el resultado, la economía francesa se enfrenta a un entorno muy adverso, ya que la recuperación se ve lastrada por las consecuencias de la guerra en Ucrania.
El aumento de los precios de las materias primas elevará la inflación a su nivel más alto en varias décadas, lo que pesará sobre el consumo de los hogares. Al mismo tiempo, las empresas sufrirán importantes aumentos de costes. Por tanto, es probable que la inversión empresarial se vea frenada tanto por la incertidumbre económica como por la caída de los beneficios.
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