El acuerdo alcanzado entre el gobierno
argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no mejorará la solvencia
del país y esperan riesgos de implementación de las metas fiscales, a la vez
que desean ver renegociaciones de los principales objetivos macroeconómicos, de
acuerdo con la calificadora de riesgo, Moody's.
Los analistas de Moody's indican que el entendimiento alcanzado permitirá
sólo eliminar el riesgo de corto plazo de default y aumentar las reservas para
reducir los grandes desequilibrios macroeconómicos
"Para 2022, el objetivo de déficit primario con el FMI es del 2,5% del
PIB, pero esperamos un déficit primario más alto, especialmente porque los
precios mundiales más altos del petróleo y el gas conducen a mayores subsidios
a la energía", indican desde la calificadora.
Ante la volatilidad de los precios internacionales de energía y de
petróleo derivados por la guerra entre Rusia y Ucrania, el FMI reportó que
esperan revisiones en el programa, a espera de recortes en los subsidios y
presión de gasto público en la campaña presidencial de 2023.
En ese sentido, advierte que las diferencias políticas con la
vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el endurecimiento de la
política fiscal derivará en una derrota electoral para el oficialismo.
Agregan también que la reducción del financiamiento monetario por parte
del Banco Central (BCRA) estará supeditada a la continua reducción del
déficit primario, ya que Argentina carece de un mercado de capitales local
suficientemente profundo para reemplazar el apoyo del BCRA.
Agencia CMA Latam