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Camiones incendiados tras el ataque de misiles rusos en la ciudad portuaria de Mykolaiv. Es una de las imágenes que ha dejado este lunes el décimo segundo día de guerra en Ucrania. Las tropas de Putin han afianzado su dominio del sur del país y estrechado el cerco sobre la capital, Kiev.
En el noreste, en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, los fuertes bombardeos afectaron a edificios residenciales en los que aún vivía gente.
En Kiev la ciudadanía se prepara para una posible ofensiva terrestre. Forman barricadas para bloquear las carreteras con la ayuda de voluntarios. El temor es cada vez mayor ante el asedio a la capital ahora también desde el sur.
En la región de Irpin, que lleva tres días sin electricidad, agua y calefacción, los testigos afirman haber visto al menos tres tanques y soldados rusos asaltando casas y coches.
En Lviv, donde se concentran cientos de desplazados, los civiles se entrenan para la guerra. Son principalmente hombres, de todas las edades, que quieren estar preparados para un posible ataque.
Ucrania teme ataques aéreos con misiles y bombas sobre las principales ciudades y la infraestructura industrial del país.
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