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El oficialismo y la oposición acordaron en Diputados un cronograma de trabajo a partir del lunes para tratar el proyecto de aval al acuerdo con el FMI, finalmente confirmado el jueves. Es un camino complejo que, si se cumple al pie de la letra, debería agotar el debate en una semana para darle paso al Senado. Por lo pronto, ya hubo tensión por la redacción del proyecto y también señales de incertidumbre en los principales bloques.
Sergio Massa se reunió con los referentes de los principales bloques para tratar el esquema de trabajo. Pocas horas después, cuando trascendió el breve texto del proyecto, recibió reclamos de Juntos por el Cambio que pusieron en discusión la forma en que fue redactado el texto, porque podría ser interpretado como un aval al entendimiento con el Fondo punto por punto, algo que también genera tensión en la bancada oficialista.
El proyecto dispone en el primero de sus tres artículos -los otros dos son de forma- que se aprueba le refinanciamiento de la deuda con el FMI, compuesto de dos memorándums. Y agrega que los anexos -la “letra chica”- “forman parte integrante de la presente ley”.
Desde la oposición, plantearon que eso debe ser reformulado porque significaría un aval al acuerdo en toda su dimensión, y no un respaldo o autorización a la renegociación de la deuda, a cargo del Ejecutivo.
En JxC esperan analizar el contenido de los dos memorándums -en especial, el técnico- para fijar posición. Nada sencillo en medio de sus propios conflictos internos -en el PRO y en la UCR- entre quienes impulsan un rechazo y otros que buscan caminos alternativos que permitan la aprobación, por ejemplo con abstenciones. El punto básico en común es que ninguno quiere quedar en una posición que signifique el fracaso del acuerdo y el default. Por eso, en primer lugar, facilitarían el quórum.
Sin embargo, el foco está puesto en el bloque oficialista. Ayer mismo, horas después del anuncio sobre el entendimiento entre el Gobierno y el FMI, La Cámpora publicó un tuit que reproduce un fuerte discurso de Néstor Kirchner contra las políticas del Fondo.
Ese cuadro de fisura podría quedar a la vista aún antes de llegar al recinto. El primer paso es el tratamiento en la Comisión de Presupuesto y allí el interrogante gira en torno de qué actitud asumen los legisladores de La Cámpora y algunos aliados, con el antecedente de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia de la bancada.
El cronograma pactado entre el oficialismo y referentes de la oposición establece que el lunes concurrirán a al comisión referida Juan Manzur, Martín Guzmán, Miguel Pesce y Sergio Chodos, entre otros. El martes será el turno de representantes de la CGT, las principales entidades empresariales y movimientos sociales.
El miércoles, si no hay demoras, será el día del debate en comisión. Y depende del tiempo que insuma, el proyecto ya con dictamen podría ir al recinto el jueves o el viernes. Despúes, será el turno del Senado, y allí será central el papel de Cristina Fernández de Kirchner.
