Un freno al borde del precipicio, el sueño de Bill Fernández y un futuro que ya golpea a la puerta |
Hola, soy Walter Brown, jefe de Redacción de El Cronista, y hoy te acerco un nuevo envío de este newsletter en el que nuestros editores se proponen contarte "de dónde venimos y hacia dónde vamos". Finalmente, se cerró una semana en la que la Argentina pudo respirar. El principio de acuerdo anunciado por el presidente Alberto Fernández con el Fondo Monetario Internacional en torno a la deuda de 44.000 millones de dólares fue una bocanada de oxígeno para un país que veía el tubo cada vez más vacío. Llegó apenas horas antes del vencimiento de un pago que la Argentina amenazaba con incumplir, lo que proyectaba un futuro tormentoso. La jugada fue riesgosa pero, por el momento, arrojó un resultado positivo que el Gobierno deberá avalar en el Congreso y ratificar desde la acción en los próximos años. Por lo pronto, traza un programa de metas fiscales y monetarias que despeja parte de la incertidumbre que oscurecía el futuro, lo que fue bien recibido por el mercado, más allá de la inconformidad del kirchnerismo, que no quiera saber nada de la relación con el FMI, como explica más abajo Tomás Carrió. Y, sobre todo, levantó el perfil del presidente Alberto Fernández, apenas días antes de emprender la gira que esta semana lo llevará a Rusia, China y Barbados. A tal punto que no faltan quienes lo vean como un garante de la moderación en la región y hasta sueñen con un rol relevante en medio de un delicado conflicto internacional, como nos cuenta en este envío Sebastián Iñurrieta. Entramos, quizá, a un tiempo diferente que mira hacia un futuro para el que la economía argentina aún no parece preparada, aunque la demanda del presente ya golpea a su puerta, como analiza Sebastián De Toma. Un tiempo que requiere otro tipo de acuerdo: el del progreso educativo, económico y social. Los invito a pensarlos a juntos y a compartir este envío... o---------o---------o--------- Bill Fernández y la tercera posiciónPor SEBASTIÁN IÑURRIETA, subeditor de Economía, Política y Opinión "Pareciera que el conflicto en Ucrania está desescalando". La esperanzadora frase se escuchó en el Palacio San Martín, donde el canciller Santiago Cafiero está ultimando el cronograma de una visita protocolar a China, con un aterrizaje en Beijing previsto para el viernes 4. En el Gobierno siguen de cerca los vaivenes fronterizos rusos porque el día anterior, Alberto Fernández estaría almorzando con Vladimir Putin en una escala del viaje. En medio de las negociaciones con el FMI, con un board en el que se necesita el visto bueno norteamericano, y los redoblantes de guerra en Ucrania, no pareciera el mejor momento para el cara a cara con Putin. En la administración albertista tratan de minimizar el conflicto geopolítico y llevan la agenda al plano burocrático. "No se le puede decir 'no paramos ahora, mejor vamos en julio", aducen. "En un mundo Covid ya no se puede planificar nada", acotan. Hay un sueño solapado. Desde que Alberto Fernández dejó el país como presidente en su primera gira europea, el objetivo de la comitiva argentina que vio a Angela Merkel, Emmanuel Macron y Fernando Sánchez fue ensalzar al argentino como "interlocutor moderado" en la región. Un centrista rodeado de los Bolsonaro y los Maduro. Los puentes norteamericanos (necesarios) con Cafiero y su par Antony Blinken, en el tablero geopolítico, se friccionan con la aventura rusa y china. "No es una jugada estratégica, ni tratar de condicionar a nadie, es peronismo: la histórica tercera posición". Con esa imagen autoconstruida de Fernández llega hasta el paroxismo: poco en serio y más en broma, ya circula un deseo oficial del paso argentino por Rusia: ¿Y si Alberto hace la 'gran Clinton"? El recuerdo es, claro, a los acuerdos de Oslo que sellaron el histórico acercamiento entre Yasser Arafat y Shimon Peres a instancias de la Casa Blanca del demócrata. En la Rosada completan la imagen con una irónica analogía: "Solucionar lo de Ucrania no debe ser más difícil que sentar al FMI con el kirchnerismo". o---------o---------o--------- No volvamos al fondoPor TOMÁS CARRIÓ, subeditor de Finanzas y Mercados "Mi querido Martín convocó a un acuerdo que no debió haberse postergado...". El Gobierno finalmente alcanzó el tan dilatado entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero no hubo épica ni festejos desmedidos en los anuncios. Pese a que el presidente Alberto Fernández aseguró que "este acuerdo no nos condiciona" y a que, en palabras del titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, el país evitó caer en un "precipicio" cambiario, no hubo grandes estridencias por parte de los funcionarios. Toda una curiosidad teniendo en cuenta que forman parte de un Gobierno que se ha acostumbrado a magnificar hasta al más pequeño acontecimiento hasta convertirlo en una auténtica epopeya. De la mesura pueden hacerse al menos dos lecturas. La primera, que difícilmente no haya habido condicionamientos en el acuerdo y que, si bien a la Argentina se le despeja el horizonte de pagos, el país aún tiene desafíos mayúsculos por delante en materia económica. La otra lectura es que nadie dentro del oficialismo se anima a celebrar un acuerdo con un organismo al que la cristinista Fernanda Vallejos calificó esta semana como el "mayor violador sistemático de los DD.HH. de los pueblos". No fue un simple exabrupto más de la ex diputada nacional del Frente de Todos. Es que más allá del grado de virulencia, no deja de reflejar la visión que tiene del organismo el sector más duro del kirchnerismo. Sin ir más lejos, cuando el ex presidente Mauricio Macri acordó el préstamo con el FMI, en 2018, un conjunto de artistas afines al oficialismo lanzó una campaña con el eslogan "No volvamos al Fondo". Poco de todo esto le importó al mercado. Tras varias semanas de tensión cambiaria, el dólar blue cayó $ 10 en tan solo unas horas para cerrar la semana en $ 212,50 y alejarse así de sus máximos recientes. Mismo comportamiento se vio en las cotizaciones financieras, que se hundieron hasta 4,7%. El alivio también se extendió a los activos financieros locales. Si bien aún parece apresurado hablar de una fiesta bursátil, los bonos soberanos en dólares despegaron desde sus mínimos: treparon de forma vertiginosa para cerrar la rueda del viernes con avances promedio de 8,5% y llevaron cierto alivio para el riesgo país argentino, que cayó hasta los 1841 puntos básicos. Similar comportamiento mostraron las acciones de las compañías argentinas. En Wall Street los ADR locales también lograron eyectarse desde las zonas de mínimos y registraron subas de hasta 10%. Pese a que no hubo euforia en los anuncios, el acuerdo con el FMI significó una bocanada de aire para una economía que vio de cerca el precipicio y pide a gritos: "No volvamos al fondo". o---------o---------o--------- La tecnología, en el centro de mercado laboral argentino (y algunas predicciones)Por SEBASTIÁN DE TOMA, editor de Suplementos y One Shots Según un reciente informe publicado por el Centro de Estudios para la Producción Siglo XXI (CEPXXI), la mayoría de los trabajos mejores pagos de la Argentina están en los sectores STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Si bien el desarrollo de software no lidera el ranking, otras carreras relacionadas con la ingeniería y la explotación de recursos naturales estratégicos para el país son líderes en lo que a salario se refiere. Puntualmente, estas carreras (Sistemas e Informática) aparecen en quinto lugar, con un promedio de ingresos de $184.800 para graduados recientes, 42% del empleo del sector lo explican firmas de software y un 20% adicional en sector público y donde se destacan egresados de la UTN (26%), UADE (6%) y UBA (5%), marca el informe. El CEPXXI toma datos que corresponden a los salarios de personas que se graduaron en 2016-18, es decir, relativamente recientes y de personas jóvenes y de cruzar la base de personas graduadas entre 2016-18 y la base de empleo formal del Sistema Integrado Previsional Argentino actual de AFIP. Una de las principales razones es la poca oferta que existe: todas estas profesiones sufren de un fuerte déficit de graduados lo que sumado a la complejidad y la importancia que le den tanto el Estado como las empresas, genera una fuerte alza en los salarios. Se busca ayudaEn este contexto de un sector con alta ocupación, y donde la oferta no alcanza, es que hay que entender por qué las empresas locales anuncian de la forma más llamativa que pueden la búsqueda de personal capacitado. Lo que en otros sectores puede ser poco común, en tecnología es cosa de todos los días. Dos ejemplos de firmas locales que recientemente anunciaron importantes búsquedas para 2022 son los de Telecom y PedidosYa: ambas tienen por objetivo incorporar 300 colaboradores (cada una) durante el transcurso de 2022, tal como contamos acá y acá. En la telco, que ya sumó 800 personas en los pasados dos años, buscan perfiles para las áreas de desarrollo IT, producto, Ciberseguridad y Data. Desarrolladores, Technical Bs Analyst, QA, Devops, Tech leads, UX/UI, Roles Agile, Cyberseguridad, Producto, Data son algunos de los perfiles que la empresa tiene previsto incorporar. Cabe destacar que todas las búsquedas son a nivel nacional. Mientras tanto, en PeYa (que en 2021 sumó 300 colaboradores), ahora buscan Software Engineer iOS, Software Engineer Android, Software Engineer Fullstack, Software Engineer Backend, Engineering Manager, UX Manager, UX Writer, UX Researcher, UX Designer, Product Manager, Data Engineer, Data Scientist, BI Developer. Predicciones para estar atentosLas novedades tecnológicas no se detienen y es importante saber lo que se viene para mantenerse a tono con los cambios futuros en el mercado laboral tech. En este sentido, Dell Technologies reunió a sus líderes John Roese, Global Chief Technology Officer y Luis Gonçalves, Líder de Dell Technologies América Latina, quienes compartieron la visión sobre las tendencias tecnológicas que darán forma al 2022 y más allá. Para Roese los focos de los próximos años estarán puestos en la computación en el borde, o Edge (se trata de un nuevo paradigma de computación cuyo enfoque acerca el procesamiento y el almacenamiento de datos hasta los dispositivos que los generan, eliminando la dependencia de servidores en el cloud o en data centers ubicados a miles de kilómetros de distancia), que implica un mayor desplazamiento de la infraestructura hacia una nube más cercana; una adopción acelerada del 5G por parte de las empresas, que podrán reemplazar incluso la conectividad tradicional por la inalámbrica (y necesitarán infraestructura para acompañar este movimiento); la carga de datos pasará a ser en tiempo real, y lo mismo ocurrirá con su análisis, a diferencia de lo que ocurre hoy. Finalmente, el cuarto ítem es la seguridad: la superficie de ataque de los hackers está creciendo debido a la implantación del trabajo remoto y la transformación digital. Como resultado, la industria de la seguridad está trabajando no solo en la detección automatizada sino también en la prevención y en la respuesta al ataque. Aplicando inteligencia artificial y machine learning para aumentar la velocidad de reacción y remediación. Más allá de 2022, los avances llegarán en lo que es computación cuántica, la industria automotriz (que cambiará rápidamente el enfoque de un ecosistema mecánico a una industria de datos y computación) y lo que se conoce como "gemelos digitales", que requerirá una breve explicación (antes de cerrar estas líneas). Aunque están ganando terreno, los gemelos digitales siguen siendo una tecnología incipiente con pocos ejemplos reales en producción. En los próximos años se volverán más fáciles de crear y utilizar a medida que definamos marcos, soluciones y plataformas estandarizadas. Permitirán a las empresas proporcionar análisis mejorados y modelos predictivos para acelerar la transformación digital 3.0. Serán el centro del negocio para simular cambios e impactos principalmente en el sector industrial. newslettter el cronista |