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TRANSICIÓN HACIA LAS RENOVABLES Cómo sigue el proceso que inició la Comisión Europea al proponer a la generación nuclear y al gas natural como energías verdes

 La autoridad europea propuso criterios diferenciales para que las nuevas usinas a gas y las centrales nucleares puedan recibir financiamiento europeo. La generación a gas es reconocida como actividad “transicional”. Reacciones y el recorrido final para la aprobación de la propuesta.

La Comisión Europea reveló su propuesta para incluir al gas natural y la energía nuclear en la taxonomía europea para las actividades sostenibles. Se proponen criterios diferenciales para considerar cuándo las usinas termoeléctricas a gas y centrales nucleares constituyen actividades económicas “verdes”. De esta forma, Bruselas ingresa en la recta final de aprobación de una propuesta que sigue generando diferencias entre los Estados miembros.

A través de un comunicado, la comisión informó que comenzó el viernes consultas con el Grupo de expertos de los Estados miembros en Finanzas Sostenibles sobre un proyecto para cubrir ciertas actividades vinculadas con el gas natural y la energía nuclear dentro de la taxonomía. “Teniendo en cuenta el asesoramiento científico y el progreso tecnológico actual, así como los diferentes desafíos de transición entre los Estados miembros, la Comisión considera que el gas natural y la energía nuclear juegan un rol como medio para facilitar la transición hacia un futuro predominantemente basado en energías renovables”, señala el comunicado.

El poder ejecutivo de la Unión Europea había prometido formalizar una propuesta antes de que finalizara el 2021. Su presidenta, Ursula von der Leyen, había dado una primera señal favorable en octubre. “Necesitamos una fuente estable, nuclear, y durante la transición, el gas. Es por eso que presentaremos nuestra propuesta de taxonomía”, manifestó. En cambio, otros funcionarios europeos expresaban por ese entonces una mayor cautela sobre el tema.

Taxonomía, energía y emisiones

La taxonomía europea para las actividades sostenibles es una herramienta de la Unión Europea en materia de finanzas verdes que entró a regir oficialmente el primero de enero. Establece una serie de criterios para determinar cuándo una actividad económica es ambientalmente sostenible o “verde” y, por lo tanto, elegible para recibir financiamiento público de la Unión Europea. Sirve además como guía para que el sector privado invierta en actividades que según la Unión Europea están en línea con los objetivos de mitigación y adaptación al calentamiento global.

En materia de generación de energía eléctrica la Comisión Europea anunció en abril que trataría en una segunda instancia la inclusión en la taxonomía del gas natural y la energía nuclear. Finalmente, el borrador remitido a los países miembros el viernes por la noche propone criterios diferenciales para determinar la sostenibilidad del gas natural y la energía nuclear.

La taxonomía ya incluye criterios para evaluar la sostenibilidad ambiental de las actividades de los generadores de electricidad. En general, reciben la etiqueta de actividades “verdes” si sus emisiones directas se mantienen por debajo de los 100 gramos equivalentes de CO2 por kWh. Pero cuando las emisiones de una fuente de generación superan los 270 g de CO2/kWh se considera que su actividad viola el principio de “no causar un daño significativo” al cumplimiento de los objetivos ambientales. Por lo tanto, no podría ser considerada como actividad verde o transicional.

Criterios para el gas natural

En el caso del gas natural, la Comisión Europea propone reconocer como actividad “transicional” la construcción y operación de nuevas usinas a gas siempre que cumplan con los siguientes criterios:

  • Deben obtener un permiso de construcción antes del 31 de diciembre de 2030.
  • Las emisiones directas de la energía generada deben ser inferiores a 270 g de CO2/kWh, o no deben superar un promedio de emisiones anuales de 550 kg de CO2/kW sobre la capacidad instalada durante 20 años.
  • Toda nueva usina debe reemplazar a una tecnología de combustibles fósiles que sea más contaminante (como el carbón), demostrar que la energía generada no puede ser efectivamente provista por fuentes renovables y permitir la cocombustión de combustibles gaseosos bajos en carbono.

El dato saliente es que la Comisión Europea accedió al pedido de algunos Estados miembros de reconocer en la taxonomía al gas natural como combustible o actividad de transición. No obstante, los criterios dispuestos parecen ir en la dirección de facilitar la construcción de usinas con un bajo factor de planta (como lo son las plantas para cubrir los picos de demanda) y de incentivar el desarrollo y adopción de tecnologías para la captura de carbono.

Energía nuclear

Por el lado de la energía nuclear, el borrador destaca que es una fuente baja en carbono que debe ser considerada “en ausencia de una alternativa baja en carbono, tecnológica y económicamente viable, a una escala suficiente para cubrir la demanda de energía de manera continua y confiable”. También se advierte que la gestión y disposición de los residuos debe respetar el principio de “no causar un daño significativo”. Se proponen criterios tanto para las centrales existentes como para las que sean construidas en el futuro:

  • El ciclo de vida de las emisiones en la generación eléctrica de origen nuclear debe mantenerse por debajo de los 100 g de CO2/kWh.
  • Para futuras centrales, serán consideradas las que obtengan un permiso de construcción antes de 2045. Pueden estar destinadas a la generación de electricidad y/o calor, ya sea para calefacción urbana o procesos industriales, como la producción de hidrógeno.
  • Las centrales existentes y futuras deben cumplir con las normativas europeas relativas al almacenamiento y disposición final de los combustibles gastados. Los Estados miembros que habiliten la construcción de nuevas centrales deben tener un fondo para financiar la gestión de residuos radiactivos y un fondo para su desmantelamiento, demostrar que las centrales dispondrán de recursos al final de su vida útil estimada correspondientes al costo de gestión de residuos y desmantelamiento, y disponer de instalaciones operativas de disposición final de todos los residuos radiactivos. Todos deberán tener una instalación de disposición de desechos de alta actividad para el 2050.

Recta final

Se desprende que la Comisión Europea confía en que evitará bloqueos a su propuesta en el resto de los órganos de gobierno de la Unión Europea.

La propuesta será evaluada por la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles y el Grupo de Expertos de los Estados miembros sobre Finanzas Sostenibles. Si no hay objeciones mayores, se espera que la Comisión Europea la adopte a través de un acto delegado a fines de enero. Luego será enviada a los Estados miembros y al Parlamento Europeo para una revisión que durará cuatro meses.

Para que la iniciativa sea rechazada en el Consejo Europeo, que agrupa a los gobiernos de los Estados miembros de la Unión Europea, se necesita de una mayoría cualificada equivalente a no menos de veinte Estados miembros que representen como mínimo al 65% de la población europea. En el Parlamento Europeo podría ser bloqueada por una mayoría simple de 353 diputados.

Diferencias públicas

Que la propuesta fuera elevada en las últimas horas del último día del 2021 es una muestra de la complejidad de las negociaciones llevadas adelante. Las primeras reacciones públicas a la iniciativa del ejecutivo europeo muestran a los gobiernos oscilando entre las objeciones a la inclusión del gas natural y/o de la energía nuclear y las necesidades energéticas reales.

España y Austria reiteraron su objeción a reconocer a la energía nuclear y al gas natural como actividades transicionales o sostenibles. “Incluir ambos en la taxonomía verde representa una señal errónea para los mercados financieros y no proporciona la claridad necesaria para enfocar los flujos de capital hacia la economía descarbonizada, resiliente y sostenible prevista en el Pacto Verde Europeo”, dijo el Ministerio de Transición Ecológica de España en un comunicado. En Austria, el ministro de Clima amenazó con presentar una demanda en contra de la Comisión Europea si avanza con su propuesta.

En Alemania, la nueva coalición de gobierno rechazó la inclusión de la energía nuclear pero volvió a mostrar diferencias sobre la generación a gas natural. El ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, rechazó darle a la energía nuclear la etiqueta de sostenible y dijo que la inclusión del gas natural es “cuestionable”. En cambio, el ministro de Finanzas Christian Lindner respaldó su inclusión. «Siendo realistas, Alemania necesita centrales eléctricas modernas de gas como tecnología de transición porque estamos prescindiendo del carbón y la energía nuclear», declaró.

Varios países planifican un incremento significativo en la generación termoeléctrica a gas natural en los próximos años. Por caso, Alemania y Bélgica lo necesitarán para reemplazar sus centrales nucleares. BDEW, la principal asociación de la industria de la electricidad en Alemaniavenía reclamando por la inclusión del gas y felicitó la decisión de la Comisión. “Las inversiones en centrales eléctricas de gas con capacidad de hidrógeno son imperativas para la transición a un suministro de energía completamente neutro para el clima en la Unión Europea”, dijo Kerstin Andreae, directora de BDEW. RWE, una compañía multinacional alemana generadora de energía, advirtió que Alemania necesita construir entre 20 y 30 GW de generación a gas para reemplazar a las centrales nucleares y usinas a carbón.

Pero no esta claro que la propuesta en materia de generación a gas resulte satisfactoria. Para que una usina califique como actividad transicional aún debe cumplir con el criterio de un techo máximo de emisiones directas de 270 g de CO2/kWh, que varios países consideran difícil de cumplir, aún con captura de carbono. Los criterios propuestos sugieren que las futuras usinas a gas deberán operar con un bajo factor de capacidad, típico de las usinas para cubrir picos de demanda, no una demanda continúa.

En cuanto a la energía nuclear, su inclusión es bienvenida por el grupo de diez países que demandaron su reconocimiento como actividad sostenible. Bulgaria, Croacia, República Checa, Finlandia, Francia, Hungría, Polonia, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia tienen planes para construir centrales nucleares. El primer ministro de Eslovaquia celebró en su cuenta de Twitter «la promesa cumplida de la Comisión de presentar su propuesta e incluir la energía nuclear y el gas natural en la taxonomía de la UE: la energía nuclear como sostenible y el gas como fuente de transición».

La elevación de la propuesta por parte de la Comisión Europea sugiere que existe cierto consenso entre Francia y Alemania para saldar la discusión y reconocer sus respectivos intereses energéticos. En ese sentido, es sugerente que en el acuerdo programático sellado por los tres partidos que formaron la nueva coalición de gobierno en Alemania no se menciona la taxonomía.



econojournal