Para conocer a Ethereum primero debemos entender qué es la tecnología blockchain, aquella que está detrás de prácticamente todas las criptomonedas, actualmente más de 16.000. La blockchain (en español, cadena de bloques) puede describirse como una red inmutable, descentralizada y resistente a la censura. En lugar de encontrarnos con un organismo central que concentra la custodia y transferencia de activos, nos topamos con esta tecnología que crea un libro contable descentralizado y de código abierto que puede ser descargado por cualquier persona, y que se actualiza periódicamente a partir de cada bloque nuevo que se agrega a la cadena. Son los propios usuarios quienes autorizan y realizan las transferencias bajo un sistema de incentivos basado en la teoría de los juegos, con lo que se vuelve resistente a los intentos de intervención por parte de terceros, sean particulares o gobiernos. En un primer momento, con la aparición de Bitcoin en 2009, se creía que el principal valor agregado de la blockchain era su capacidad para custodiar y transferir activos digitales de manera totalmente descentralizada, sin la intervención de bancos ni otras entidades. No obstante, en 2015, Buterin agregó los contratos inteligentes o smart contracts. Se trata de contratos automatizados programados para realizar tareas específicas en función de los datos que reciben. Su difusión a través de Ethereum abrió un abanico de posibilidades que trascienden el universo de las finanzas. Los contratos inteligentes permiten colocar dentro de la blockchain una serie de instrucciones programadas de antemano que se cumplirán indefectiblemente a posteriori, sin poder ser modificadas por nadie ni nada una vez que se activen. De esta manera, con su invención Buterin dio paso primero a la aparición de las DeFi (finanzas descentralizadas) y después a los NFTs (activos no fungibles), junto a otras nuevas industrias (play to earn, gambling y más) emergentes que parecen estar de moda entre los fondos de venture capital o inversores de riesgo. Según un informe, se destinaron más de 30.000 millones de dólares durante 2021. ¿Cómo puede un inversor o inversora participar con parte de sus ahorros de esta revolución tecnológica que muchos comparan con el surgimiento de Internet en los ´90? Quienes cuenten con más tiempo y tengan ganas de investigar, pueden seleccionar entre distintos proyectos existentes dentro de los blockchain de Ethereum en las distintas industrias mencionadas. Quienes no quieran correr el riesgo de equivocarse en el picking up (selección de activos), pueden directamente invertir en ether (ETH), el activo nativo de la blockchain de Ethereum que se utiliza para pagar las transacciones que tienen lugar en esa cadena de bloques y que debería seguir subiendo de precio (acumula un alza del 450% desde comienzos del año) en la medida en que Ethereum sea cada vez más utilizada. Ethereum y el cambio de narrativa |