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Bienes Personales: el oficialismo se tomó revancha y logró una salida que mantiene la presión impositiva

 Por apenas un voto –127 a 126-, el oficialismo logró imponer su criterio en el debate sobre el impuesto a Bienes Personales. Y lo celebró especialmente a pesar del ajustado número de la votación, porque venía de la dura derrota que significó el fracaso del Presupuesto 2022. La diferencia mínima de esta vez dejó dos cuestiones a la vista: la increíble ausencia de tres legisladores de Juntos por el Cambio y las dificultades del Gobierno para sumar aliados en temas conflictivos.

JxC exponía anoche malestar por esas ausencias y destacaba, de todos modos, que la modificación de BP fue discutida por imposición de las bancadas opositoras. El FdeT había congelado el proyecto original, que fue impulsado por el propio oficialismo y tenía media sanción del Senado.

En realidad, el ministerio de Economía prefería dejar que pase el fin de año, con lo cual habría perdido sentido la reforma que aumenta el mínimo no imposible. El FdeT mantuvo ese punto, pero lo compensó con mayor presión sobre las personas alcanzadas por el impuesto, en particular bienes en el exterior.

El proyecto modificado vuelve ahora al Senado. La Cámara alta deberá tratarlo la semana que viene, porque de lo contrario, después de fin de año, no tendría efecto práctico.

Más allá de los reproches cruzados en el interior de JxC y de la celebración en el FdeT, el trámite y la votación de ayer expresan que Diputados enfrentará fuertes interrogantes en cada proyecto que genere batalla política. Los números y las alianzas son frágiles.

El FdeT se manejó esta vez con habilidad para atraer a diputados de izquierda y de fuerzas provinciales. La semana pasada, había perdido por amplio margen frente al conjunto de los espacios de oposición.

Esa nueva realidad, numérica y política, indica que le será complicado al oficialismo avanzar con proyectos sensibles. En ese sentido, se espera el desenlace de las negociaciones del Gobierno con el FMI.

En este contexto, nada indica que tengan posibilidades de éxito proyectos que ya están paralizados en Diputados, como la reforma parcial de la justicia federal y la modificación de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal.