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Los mayores incrementos se dieron en los subsidios económicos, que volvieron a crecer en tres dígitos, y las asignaciones familiares
Luego de perder las elecciones primarias en septiembre, el Gobierno aceleró a todo ritmo el gasto del Estado. Así se ve reflejado en los datos publicados hoy por el Ministerio de Economía, que estuvieron acompañados con el siguiente comunicado: “El gasto primario registró en octubre una suba de 83% interanual, que asciende a 96,9% si se excluye el gasto Covid en 2020 y 2021″. Los ingresos, por otra parte, crecieron un 69,8%.
Cuando se mira en detalle, los mayores incrementos se dieron en los subsidios económicos, que volvieron a crecer en tres dígitos (131,8%), y las asignaciones familiares, que tuvieron un incremento de 121,2%.
Dentro de los subsidios, la decisión de mantener las tarifas de electricidad, gas y transporte prácticamente congeladas implicó un costo mayor de casi $90.000 millones con respecto a lo que destinó a este ítem en octubre de 2020. En el acumulado del año, los subsidios a la energía en particular se duplicaron cuando se compara el mismo periodo, ya que pasaron de $808.197 millones a $1,67 billones.
Con relación al pago de Asignaciones Familiares, el Ministerio de Economía explicó que se “contempla el otorgamiento del complemento mensual, además de aumentos en los programas Promoción y Desarrollo del Turismo Nacional; programas Progresar y Acompañar (contra la violencia de género)”.
Las prestaciones de la seguridad social, en tanto, crecieron 49,6% interanual por la actualización de la fórmula de movilidad, “que arroja mayores incrementos en línea con la recuperación de la recaudación y los salarios de la economía”, según explicaron en el Palacio de Hacienda. Sin embargo, la inflación interanual en el mismo periodo fue 52,1%.
“La expansión del gasto se ve impulsada tanto por la inversión de capital como por las medidas de inclusión y contención social desplegadas por el Gobierno en el año en curso”, indicaron en la cartera que conduce Martín Guzmán. El gasto en capital creció 264,2%, ya que aumentó de $19.166 millones a $69.810 millones, casi la mitad de lo que el Gobierno destinó al subsidio de energía en el mismo mes ($122.476 millones).
En concreto, hasta el mes de octubre se acumuló un déficit primario en el año de $776.645 millones (1,8% del PBI) y un déficit financiero de $1.337.799 millones (3,1% del PBI), luego de excluir los ingresos extraordinarios correspondientes a los derechos especiales de giro (DEG, el dinero que transfirió el FMI).
“Sin contar los ingresos de los DEG ni el Aporte Extraordinario (AP) del Impuesto a la Riqueza, el año terminaría con un déficit de 4% del PBI; si se los cuenta, el déficit sería de 2,5%. Pero los DEG nunca debieron ser contabilizados como ingreso y sumar el AP es como meter privatizaciones o el Régimen de Sinceramiento Fiscal en ingresos corrientes. El Gobierno seguramente destacará el 2,5%, pero lo real es ese 4%, que demuestra que la meta siempre fue holgada y que no fue un año de ajuste”, dice Gabriel Caamaño, analista de la consultora Ledesma.
Como evidencia, señala que, en octubre, el gasto real neto de covid creció 30% (descontada la inflación) y que, en el acumulado de los primeros 10 meses, aumentó casi 10% real con relación al mismo período de 2020. “El acumulado ya está tres puntos porcentuales del PBI arriba del guarismo comparable a 2019. Nos comimos todo el ajuste, vamos a terminar con un nivel de gasto primario similar a 2017″, indicó el economista.
El ejemplo más directo de que se perdió todo el ajuste de los últimos años del gobierno de Mauricio Macri está en el gasto destinado a los subsidios económicos, que ya representan 2,5% del PBI entre energía (1,9%), transporte (0,5%) y un poco de “otras funciones”.
“En 10 meses, se gastaron US$3158 millones en financiar el déficit operativo de empresas públicas #locuratotal”, dijo en Twitter el economista Martín Polo, quien mostró que el año pasado, cuando la pandemia impactó fuerte en la actividad económica, se destinaron US$1801 millones.
Sofía Diamante
