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¿Momento de comprar oro?

 La inflación en EE.UU es récord y se encendieron todas las alarmas. El oro, luego de estar mucho tiempo dormido, se está despertando. Y podría ser uno de los grandes ganadores en 2022. Quedate hasta el final que te explico.

Veamos primero la evolución del precio del oro en 2021 (gráfico diario):

El precio comenzó a subir recientemente y se aceleró esta semana. Es importante tener en cuenta que este metal tiene una relación muy estrecha con las tasas de interés reales (que son las tasas de interés nominales ajustadas por inflación). Cuando dichas tasas suben, el oro suele caer. De manera contraria, cuando bajan, el oro típicamente sube.

Esta semana el oro fue protagonista luego del dato de inflación de los EE.UU, que mostró un repunte dramático. La inflación llegó al 6,2% interanual, cifra que representa un récord de los últimos 30 años.

Como las tasas nominales se mantuvieron prácticamente constantes y la inflación se aceleró, la tasa real cayó. Este fenómeno motivó la suba del oro, activo clásico de refugio de valor. 

En el último tiempo cobró fuerza  el relato de que el oro ha perdido cierto atractivo y muchos analistas, dudan de su cualidad de resguardo de valor, dado el escaso rendimiento que ha tenido en el pasado reciente, en comparación con otros activos, tales como acciones y criptomonedas.

Además, también se cree que el oro no puede subir si sube el dólar, porque un dólar más fuerte le quitaría atractivo al metal. Esto no siempre es cierto. El oro puede subir por más que el dólar suba. La fortaleza del metal se explica principalmente por las tasas reales. Si dichas tasas son bajas (como ahora, dada la elevada inflación), el oro cobra mayor protagonismo y atractivo, más allá de lo que suceda con el resto de las monedas.

Una consecuencia no deseada para el oro podrían ser los estímulos reducidos y los posibles aumentos de las tasas de interés, que tenderían a impulsar los rendimientos de los bonos americanos. Esto provocaría que inversores se vuelquen a la renta fija, aumentando el costo de oportunidad del oro. ¿Por qué? Simplemente porque el oro no devenga intereses, no retribuye por poseerlo como inversión.

Sin embargo, como decía antes, lo que en realidad importa son las tasas reales. Nadie va a querer invertir en bonos si la inflación es superior a la suba de las tasas de interés nominales.

Más allá de las posibles contras que tenga el oro, las perspectivas son sumamente positivas. Tengamos en cuenta que ha sido  refugio de valor durante miles de años y que se puede vender en cualquier parte del mundo.

Como si fuera poco, es sabido que el mercado de acciones está en niveles nunca antes vistos. Un aumento de la volatilidad suele favorecer a los precios del oro, ya que algunos inversores recurren al metal para diversificar y proteger sus carteras, cualidad que el oro puede cumplir.

A pesar de que haya tenido rendimientos menores al de las criptomonedas u otros activos en los últimos meses, es un activo mucho más seguro y estable, especialmente en momentos de crisis. ¿Se imaginan qué ocurriría con las criptomonedas frente a algún cisne negro en los mercados financieros? 

Conclusión

La nafta  del oro no se explica únicamente por el dato de inflación reciente de los EE.UU y las tasas de interés reales negativas. La enorme emisión que hubo en los últimos meses (y sigue habiendo) lo catapultan como una inversión muy auspiciosa.

Además, no olvidemos la inmensa deuda mundial que fue creciendo en los últimos años. Dicha deuda no se podrá pagar subiendo impuestos sino probablemente con monetización (emisión de dinero), por lo que el oro pica en punta para ganar popularidad. 

Hay razones para pensar en que el oro tiene perspectivas alentadoras. Como siempre, los precios mandan. Y ahora indican que el oro se está despertando.


POR MIGUEL BOGGIANO