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Dólar: el mercado apuesta a una devaluación

 

Ante la alta demanda de cobertura, el Banco Central tuvo que intervenir con fuerza, pero sacó rédito de eso. En el año ya ganó $14.500 millones por la venta de contratos y en noviembre podría embolsar más de $3.000 millones.


La creciente búsqueda de cobertura cambiaria de un mercado que auguraba un giro casi inmediato de la política cambiaria tras las elecciones llevó al Banco Central a incrementar con fuerza su intervención en la plaza del dólar futuro.

A punto tal de que algunas estimaciones privadas plantearon que la semana pasada se acercó al tope normativo de venta de contratos en el Rofex, uno de los mercados donde se negocia este instrumento. Sin embargo, esta pulseada por las expectativas de depreciación es una de las operaciones más redituables para la autoridad monetaria desde el inicio de la gestión.

Según confirmaron fuentes oficiales a Ámbito, por las apuestas de los inversores a una devaluación, en los primeros diez meses del año ya ganó $14.500 millones. Noviembre se perfila como el mes de mayores ganancias.

Los futuros del dólar se negocian en pesos pero les brindan cobertura a los inversores ante un eventual salto cambiario.

Los contratos pactados allí constituyen una especie de apuesta por cubrirse de una devaluación a un plazo determinado: la diferencia entre el precio convenido y el tipo de cambio realmente existente al vencimiento del contrato hace que el comprador gane si dólar oficial finalmente resulta más alto y que el vendedor lo haga si es más bajo. La venta de estos contratos es una herramienta que utiliza el BCRA para incidir en las expectativas de devaluación.

En los últimos meses, la demanda de cobertura se aceleró ante la proyección de buena parte de los inversores de que, una vez superado los comicios, el Central abandonaría rápidamente el ancla cambiaria con la que intentó durante el año restarle presión la inflación. Un escenario que el Gobierno siempre descartó. Esa cobertura llevó a que en las dos semanas preelectorales los fondos comunes de inversión dólar linked tuvieran suscripciones netas por $54.000 millones y el interés abierto en futuros del dólar del Rofex aumentara en u$s2.600 millones.

En ese marco, la entidad que preside Miguel Pesce incrementó su intervención tanto en el Rofex como en el MAE (la otra plaza de futuros), que ya venía creciendo en los últimos meses.

En septiembre, último dato disponible, su posición vendida se ubicaba en u$s1.770 millones. Y en octubre, como contó Ámbito en base a fuentes oficiales, ascendió a cerca de u$s3.500 millones. De acuerdo con estimaciones de Cohen, en lo que va de noviembre aumentó a más de u$s5.000 millones. La consultora 1816 calculó que el BCRA está vendido en unos u$s6.000 millones: u$s4.500 millones en Rofex y u$s1.500 millones en MAE.

Así, al menos en el primero de los dos mercados de futuros, estaría cerca de alcanzar su tope normativo de intervención. “Si esas estimaciones son correctas, entonces el BCRA podría llegar a su límite de Rofex (u$s5.000 millones) antes de fin de mes.

El límite en MAE es de u$s4.000 millones”, señaló 1816 en un informe. De cualquier manera, todavía tiene margen para actuar y aún se encuentra bastante por debajo del pico alcanzado durante la corrida del año pasado, cuando su posición vendida tocó los u$s8.400 millones.

Pero de momento todas esas apuestas del mercado por una devaluación resultaron truncas ya que el Gobierno sostuvo su política cambiaria ante la certeza de que un salto cambiario retroalimentaría la muy elevada inflación, agudizaría la crisis social y obturaría la recuperación de la actividad económica.

De esta forma, el Banco Central le ganó a los inversores que le compraron contratos de futuros $23.500 millones. Entre enero y octubre de 2021 ya embolsó $14.500 millones.

Como el grueso de la reciente demanda del mercado se concentró en el corto plazo, ante la expectativa de un cambio de estrategia casi inmediato en la administración del tipo de cambio oficial, noviembre se encamina a ser el año de mayor rédito para la entidad: en algunas mesas de operaciones auguran que podría ganar más de $3.000 millones este mes si se mantiene la tendencia actual.

“El BCRA juega con las cartas marcadas en futuros. Los inversores compran futuros para cubrirse. Sirve para fijar precio pero no para pulsear con el Central. Doblarle la muñeca con el cepo que hay es muy difícil: el 99,9% de las veces vas a perder porque ellos determinan el precio del oficial”, opinó el analista financiero Christian Buteler, quien coincidió en que noviembre podría ser el mes de mayores ganancias en esta plaza para la autoridad monetaria.

Y agregó: “El mercado en general apostaba a un salto cambiario después de las elecciones. El Central no lo convalida y por eso sale a vender futuros. Hoy se ve que ese salto no ocurre y tiene la posibilidad de seguir manejándolo porque no hay un nivel de atraso importante”.

Expectativas y estrategia

A diferencia de lo que esperaba el mercado, en las primeras jornadas poselectorales el BCRA buscó dar una señal de continuidad de la estrategia cambiaria para el oficial al ralentizar aún más el deslizamiento diario del dólar mayorista: convalidó subas de apenas 5 y 2 centavos el lunes y el martes. Ayer lo dejó correr un poco más (6 centavos), aunque el acumulado semanal sigue muy por debajo del ritmo previo.

Pero la gran novedad cambiaria después del 14-N fue el corrimiento de la intervención en los dólares financieros operados con bonos bajo legislación local, que impulsó un salto de $15 pesos en el MEP y su unificación con las otras variantes del dólar Bolsa en las que no actuaba el Banco Central.

La intención fue cortar la pérdida de reservas por esa vía, que en el año drenó unos u$s2.500 millones, para canalizar las escasas divisas en la administración del tipo de cambio oficial. La decisión coincide con el intento del Gobierno de acelerar la negociación con el FMI, que pide priorizar la acumulación de reservas. Esto le da más aire para actuar en la plaza mayorista y sostener su política. Fue otra señal que leyó el mercado. Por eso, las tasas implícitas en los contratos de futuros tuvieron fuertes bajas el lunes y el martes; ayer rebotaron levemente.

Con todo, el mercado aún espera una tasa de depreciación mensual de entre 4% y 5% a partir de diciembre, según se desprende de los contratos. Esto implicaría que el dólar oficial empiece a subir por encima de la inflación, algo que el Gobierno descarta.

En el informe de política monetaria publicado el martes, el Banco Central planteó que continuará con la estrategia de “administración del tipo de cambio, propiciando que la dinámica cambiaria contribuya a desacelerar la tasa de inflación”. Además, señaló que espera que un acuerdo con el Fondo ayude a “contener las presiones cambiarias”.

Al respecto, Buteler consideró: “No veo al BCRA vendiendo más futuros para terminar devaluando. Debería ser algo inmanejable para que suceda y hoy no lo veo probable; de última apretará más las importaciones llegado el caso. En 2021, a grandes rasgos la inflación mensual fue del 3% y el dólar subía al 1%. A partir de diciembre, es esperable que aumente el ritmo de depreciación mensual y que esa distancia se achique. El año que viene pienso que va a haber un escenario similar al de 2020, en el que vaya en línea con la inflación”.



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