Especial de Nicolás Litvinoff para el Diario La Nación Creado como respuesta a la crisis hipotecaria y financiera en EEUU, que repercutió a nivel mundial, el bitcoin ya lleva 12 años entre nosotros. A lo largo de este tiempo, la mirada sobre sus cualidades fue evolucionando y hoy nadie puede negar que se trata de un activo de peso en los mercados. Quienes intentaron ningunearlo apelaban a frases como: “es muy volátil y riesgoso para el inversor medio”, “se utiliza para el lavado de dinero y el narcotráfico”, “es una moneda sin respaldo” o “los gobiernos nunca dejarán que tenga éxito”. Algunas de estas afirmaciones calaron hondo en millones de inversores que prefirieron repetirlas como loros o simplemente mantenerse al margen del mundo cripto. En el presente, a la luz de los hechos, la gran mayoría lamenta su pasividad: cada bitcoin pasó de valer unos pocos centavos de dólar a negociarse en torno de los 50.000 dólares en la actualidad. En la columna de hoy desmenuzaremos una por una estas afirmaciones para pensar en una narrativa más cercana a la nueva y pujante industria de las finanzas descentralizadas. “Es muy volátil y riesgoso para el inversor medio” |