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El dólar MEP irá perdiendo relevancia debido a mayores restricciones, advierte Di Stéfano

 El economista anticipa que el dólar MEP se reducirá a la mínima expresión con más limitaciones y que se viene un verano cargado de regulaciones

Las últimas medidas que se tomaron para controlar el mercado cambiario hicieron que los analistas pusieran la lupa sobre cómo puede seguir la evolución de los dólares financieros en los próximos meses y la política monetaria del Gobierno. Sobre estos temas y lo que puede suceder en 2022, dialogamos con el economista y asesor de negocios Salvador Di Stéfano.

"Lo que puede ocurrir es que el MEP vaya perdiendo relevancia a medida que lo vayan limitando más, ante un escenario en el que las reservas sigan cayendo. Por ejemplo, puede ser que, en algún momento, en lugar de dejar comprar u$s18.000 a la semana, permitan ese monto al mes y, así, vayamos viendo más limitaciones", advierte  el analista.  

Así, anticipa que, con el tiempo, podemos llegar a ver un dólar MEP cuya relevancia quede reducida a la mínima expresión. Pero advierte que ese va a ser sólo un síntoma de una situación más profunda: que se necesita una reformulación del programa monetario.

El economista anticipa que vendrán nuevas limitaciones al dólar.
El economista anticipa que vendrán nuevas limitaciones al dólar.

El plan de parche no va más

"La política cambiaria actual es como una cubierta recapada, con muchísimos parches, y lo cierto es que puede funcionar hasta noviembre, incluso hasta el 31 de diciembre, pero no más que eso", advierte. Así, señala que, después de fin de año, se necesita un nuevo programa monetario y cambiario ya que no se puede seguir con una brecha tan grande entre el oficial y los alternativos.

"Hay como cinco mercados paralelos al oficial y eso no va más. Tenemos que comprar una cubierta nueva", resalta. Sin embargo, Di Stéfano cree que el Gobierno no desconoce esa situación y sigue poniendo parches porque está analizando y negociando este tema con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Creo que, en función de lo que se acuerde, van a armar el nuevo programa monetario y cambiario", dice.

Por el momento, hay incertidumbre respecto de ese tema y el entrevistado cuenta que "para nosotros, que somos consultores, los signos de interrogación son un problema". Ante la duda de lo que pueda llegar a pasar, él les recomienda a sus clientes que compren dólares, que acumule insumos y que saquen créditos en pesos para eso. "Todo eso, lamentablemente, lleva los precios a la suba, por lo que es esperable que octubre, noviembre y diciembre van a ser meses de suba de precios", dice.

En este sentido, el economista observa que el gran tema de fondo en este momento es la gran escasez de reservas. "Hay que tener en cuenta que, de los u$s43.000 millones que tenemos hoy, hay que pagarle -de acá a fin de año- unos u$s2.300 millones al FMI", advierte.

Asimismo, comenta que, si se toma el saldo de balanza comercial que registra el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), y la balanza comercial que toma en cuenta el BCRA, que contempla lo realmente cobrado y pagado, tenemos u$s2.800 millones de diferencia. Explica que esto responde a que los exportadores adelantaron operaciones y que, si eso se ajusta de acá a fin de año, las reservas terminarán 2021 con u$s38.000 millones.

Aunque reconoce que, entre diciembre y enero, tal como anticipó el Central, va a haber una pequeña entrada de dólares porque se van a cosechar alrededor de 12 millones de toneladas de trigo, no cree que eso vaya a hacer una gran diferencia. "De ese total, se van a terminar exportando 6 millones y, si se venden a u$s300 la tonelada, equivale a un ingreso de u$s1.800 millones", calcula. Así, señala que ese monto es bajo y se va muy rápido con las necesidades de insumos, la intervención cambiaria, etcétera.

Lo que se acuerde con el FMI será determinante para el armado de un nuevo programa monetario.
Lo que se acuerde con el FMI será determinante para el armado de un nuevo programa monetario.

2022: un verdadero desafío 

En consecuencia, para Di Stéfano, el año próximo va a ser un fuerte desafío para el Gobierno porque la Argentina tendrá menos exportaciones y una caída de la recaudación de derechos de exportación, dado que "una parte de ese dinero se lo están comiendo hoy".

"Van a entrar menos dólares del exterior el año próximo porque los precios van a ser inferiores a los que tuvimos este año. A esto se suma el hecho de que, en 2021, nos salvó el Aporte Solidario de las Grandes Fortunas (conocido como impuesto a las riqueza), los Derechos Especiales de Giro (DEGs) del FMI y los altos precios de la soja, pero el año que viene no se van a tener esas mismas condiciones", anticipa el analista.

Así, Di Stéfano prevé que los nubarrones para la gestión de Gobierno están en 2022 y sostiene que  enfrentar esa situación requerirá de un cambio estructural muy grande, que por el momento no tiene definición. Y, en ese sentido, observa que, "mientras no se tenga un nuevo programa, vamos a tener más restricciones en el mercado de cambios y van a seguir los parches".


De este modo, espera que en enero del año que viene podremos llegar a tener un nuevo programa monetario. "Va a ser un verano agitado en el que veremos muchas nuevas resoluciones y medidas", anticipa. Pero lo cierto es que todo indicaría que, antes de marzo, cuando hay un vencimiento muy fuerte con el FMI, haya un plan definido. 



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