Los miembros del Banco Central Europeo
(BCE) afirmaron que la inflación de la eurozona debe desacelerar y permanecer
debajo de la meta de 2% a mediano plazo, no exigiendo medidas de ajuste
monetario, según el acta de la reunión realizada los días 8 y 9 de
septiembre.
"Se notó que el aumento de la inflación a corto plazo fue en gran parte
impulsado por factores temporarios que desaparecieron a mediano plazo y no
exigieron un ajuste de política", afirmó el acta. Según las proyecciones de
septiembre del BCE, la tasa de inflación no alcanzará la meta de forma
persistente en el horizonte a mediano plazo relevante, hasta 2023.
Según el documento, los miembros acordaron que las condiciones de
financiamiento persistentemente favorables permiten una reducción a un ritmo de
compras al abrigo del programa de compra de emergencia pandémica (PEPP) de US$
1,850 billón de euros, como anunciado en septiembre.
Algunos miembros defendieron una reducción más sustancial del ritmo de
compras, también a la luz de los potenciales efectos colaterales de un nivel
elevado de compras. Por otro lado, hubo preocupaciones que un ritmo más lento
podría inducir percepciones de una política monetaria más restrictiva que lo
esperado, que podría resultar en un ajuste en las condiciones de financiación.
Al mismo tiempo, miembros argumentaron que los mercados ya esperaban el fin
de las compras de activos netos en el PEPP hasta marzo de 2022. Algunos miembros
destacaron que el PEPP fue concebido como un programa de emergencia y que hay
otros instrumentos disponibles. "Aunque sin el PEPP, la orientación general de
la política monetaria permanecería altamente acomodaticia", se argumentó.
Los miembros acordaron que la flexibilidad de acuerdo con las condiciones de
mercado continúa siendo una característica fundamental del PEPP, y que, a
pesar del ritmo moderado más bajo de compras, la política monetaria del BCE
permanece altamente acomodaticia.
"Aunque la naturaleza temporaria del aumento a corto plazo de la inflación
deba ser enfatizada, se consideró que los riesgos ascendentes para las
perspectivas a largo plazo para la inflación debían ser monitoreados y
comunicados cuidadosamente", afirmó el acta.
"El Consejo del BCE destacó su determinación en actuar con fuerza y
persistencia, en línea con su estrategia de política monetaria revista, para
anclar las expectativas de inflación de forma sólida en su objetivo de 2%",
según los miembros del BCE.
Con relación a la economía de la eurozona, los miembros afirmaron que
recuperación de la demanda siguió, mientras que los estrangulamientos de la
oferta restringieron la producción de bienes. Ellos destacaron que la economía
en el segundo trimestre creció 2,2%, arriba de las proyecciones, "mostrando
que la economía europea ya había recuperado más que lo esperado".
Por otro lado, "aunque la normalización de la actividad económica pueda
ser esperada en los próximos meses, la diseminación global de la variante del
virus delta y las preocupaciones sobre la eficacia a largo plazo de las
vacunaciones pueden atrasar la restauración total de la actividad económica
global y la reapertura total de la economía de la eurozona", alertaron los
miembros del BCE.
Agência CMA