E
l mundo se va adaptando poco a poco a vivir con la presencia del covid-19, tomando todas las medidas necesarias para crear herramientas que le permitan a las personas movilizarse por todo el mundo con una garantía de vacunación.
Aunque no se trata de una reciente práctica, pues desde hace años para ingresar a ciertos países el viajero debía presentar su tarjeta de vacunación, dependiendo de cada país y cada vacuna que se solicitaba.
Actualmente, la Unión Europea prepara la puesta en marcha de un certificado sanitario para el mes de junio y varios países del bloque se preparan para manejar este nuevo requisito de viaje.
Se espera que esto marque un punto de inflexión en la pandemia reactivando el turismo y evitando el caos normativo al que se enfrentaron los viajeros el año pasado, con modelos diferentes entre cada país y a veces hasta entre diferentes regiones.
Sin embargo, la idea de un certificado de vacunación está causando controversia en Estados Unidos, donde algunos estados como Nueva York tienen su propio documento, mientras que otros como Florida o Texas se niegan a implementarlo, por considerar que violaría los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Pero ¿sería conveniente un pasaporte de vacunación digital en Estados Unidos?
Muchos conservadores se oponen a los pasaportes de vacunación, alegando que serían una violación en la libertad personal y las decisiones privadas sobre la salud. La idea se podría estar evaluando, pero el gobierno de Estados Unidos no ha confirmado nada sobre el tema.
En otros sitios del planeta la situación es distinta. Los gobiernos de Bahréin e Israel ya han alcanzado un acuerdo sobre el reconocimiento de los programas de vacunación de ambos países y de los denominados pasaportes verdes, que certifican que las personas están vacunadas, dadas sus altos porcentajes de vacunación.
Por su parte, Francia ha sido el primer país de la UE en lanzar su coronavirus travel pass, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea. Dinamarca ha lanzado un coronapas para permitir a los ciudadanos acceder a negocios no esenciales como peluquerías y salones de belleza.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda por ahora el requisito de pruebas de vacunación para los viajes internacionales, en vista de que hay una distribución desigual de las vacunas.
Pero más allá de esto, pareciera que cada vez estamos más encaminados a usar algún tipo de documento que permita identificar a personas inmunizadas de las que aún no lo están, y que este tipo de certificado pudiera ser positivo para ir reactivando diversas parcelas de la actividad económica, en especial el turismo.
revista mercado