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El gobernador informó a través de sus redes sociales que continuarán las clases presenciales y no se ampliará el horario de restricción nocturna. Pidió responsabilidad a la ciudadanía. Sugirió que los comercios abran a las 10 y los empleados estatales ingresen a las 9 de la mañana.
Luego de una extensa reunión con sus ministros, el gobernador Rodolfo Suarez decidió que no aplicará en Mendoza las medidas que Alberto Fernández anunció para el AMBA. "En concordancia con la estrategia mendocina, continuaremos con el mismo orden de restricciones que tenemos en la actualidad, observando atentamente la evolución durante los próximos días", afirmó el mandatario. Confirmó que siguen las clases presenciales y anunció algunas medidas puntuales para bajar la circulación y descomprimir el transporte público.
"Mendoza ha llevado adelante una estrategia sanitaria a lo largo de toda la pandemia, basada en datos y monitoreos constantes de la situación sanitaria y siempre en búsqueda de proteger la salud y el empleo de los mendocinos", afirmó el jefe del Ejecutivo y tomó distancia del gobierno de Alberto Fernández, que ayer impuso un toque de queda sanitario desde las 20 y dos semanas sin clases presenciales.
Para Suarez esas medidas no tienen un impacto comprobado y en cambio optó por otras decisiones. Por ejemplo, estableció un horario escalonado y dispuso que los trabajadores estatales arranquen su jornada laboral a las 9 de la mañana. Además, sugirió que los comercios del Gran Mendoza abran sus persianas a las 10.
"Estas medidas tiene como fin evitar aglomeraciones de personas en el uso del transporte público. Asimismo anunciamos el aumento de frecuencia en horas picos", afirmó.
"El sistema de salud está estresado y tiene un límite. Está en manos de todos los mendocinos que podamos continuar con los chicos en las escuelas, con la economía funcionando para cuidar el empleo y proteger la extraordinaria labor de todo el personal sanitario de la provincia", finalizó Suarez apelando a la responsabilidad ciudadana.
Además, le agradeció el esfuerzo a todos los "hombres y mujeres del sistema de salud, que nos cuidan y protegen, y que en ningún momento de esta pandemia bajaron los brazos". Esas palabras contrastan con las que pronunció Alberto Fernández, quien dio a entender que había existido un relajamiento de los actores del sistema sanitario. "Hablé del relajamiento de las clínicas que creyeron que era un buen momento para avanzar en atenciones quirúrgicas que en otro momento suspendieron", intentó aclarar el presidente ante el repudio que generaron sus dichos.
