Acusado por enriquecimiento ilícito, aseguró que su incremento patrimonial se debe a una herencia y al haber escrito un best seller. La primera ocurrió cuando aún no había provocado el escándalo financiero y su libro sólo vendió 50 mil ejemplares.
Horas atrás, el diputado Rodolfo Tailhade presentó una denuncia contra Fernando Iglesias por enriquecimiento ilícito. Acorde al legislador nacional, Iglesias aumentó su patrimonio en un 1.300 por ciento mientras era funcionario público. “Queremos que vaya a la Justicia y justifique cómo aumentó su patrimonio de esa manera entre el 2016 y 2019”, aseguró.
En efecto, en enero de 2016 Iglesias presentó un patrimonio total de 836.713 pesos, incluyendo una deuda de 450 mil pesos con la productora de Luis Majul. En aquel entonces, el diputado aún cobraba ingresos por la Fundación de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), donde tenía un magro sueldo que entre el 2015 y el 2017 osciló entre los 600 y los 4 mil pesos.
Desde que asumió como diputado nacional, su patrimonio económico se incrementó exponencialmente. Su salario, por ejemplo, pasó de consistir en 4 mil pesos a unos llamativos 268.829. Sus consumos en tarjeta de crédito también aumentaron notablemente, su última presentación habla de unos 650 mil pesos entre el Banco Nación y el Banco Ciudad.
Sus declaraciones juradas del 2016 y del 2019 son curiosamente distintas, y en ellas se basa gran parte de la denuncia de Tailhade. En la primera tiene dos casas que recibió en herencia, ambas ubicadas en lo localidad de Avellaneda, la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) lo mantenía –y lo mantiene hasta la fecha- en situación 3 por incumplir con sus pagos.
Monotributista por locación de servicios, no presentaba balances ni facturaciones desde el año 2004. Tenía una caja de ahorro con 131.588 pesos y unos 1.2 millones de pesos en dinero en efectivo, posiblemente dentro de una caja de seguridad. Su patrimonio total entonces eran los mencionados 836 mil pesos.
Cuatro años más tarde, su situación económica había cambiado radicalmente. Ya había agregado su lujosa propiedad del complejo Molina Ciudad. El mismo saltó a la fama cuando el por entonces presidente Mauricio Macri participó del desarrollo como inversor y se quedó con trece de los departamentos del proyecto.
A pesar de que Iglesias valuó su departamento en 8.7 millones de pesos, se conoció que varios similares se vendieron en 300 mil dólares, lo que en el mercado actual equivaldría a unos 48 millones en moneda local. Además, declaró una caja de ahorro por 21.300 dólares norteamericanos y un total de 12.2 millones de pesos entre bienes, acciones y depósitos bancarios.
La denuncia de Tailhade no es la única que pesa sobre Iglesias por cuestiones financieras. Actualmente tiene un proceso judicial en curso en el juzgado Contencioso Administrativo Federal Nro. 9 y otro en el juzgado Federal de Ejecuciones Fiscales Tributarias Nro. 1, iniciado por la AFIP por incumplimiento de sus obligaciones.
En las próximas semanas, se conocerán las primeras decisiones judiciales con respecto a la denuncia que pesa en su contra. Mientras tanto, Iglesias ensayó una excusa que tuvo sabor a poco. “Mi patrimonio aumentó porque entre 2015 y 2016 publiqué un best seller y porque se murió mi mamá, dejándome un par de departamentos en Avellaneda”, aseguró.
Prima facie, la explicación resulta inconsistente con los motivos de la denuncia. Los departamentos de Avellaneda ya existían en la declaración jurada de 2016, que se toma como inicial en comparación con la de 2019, y su supuesto best seller, llamado “Es el peronismo, estúpido”, sólo vendió 50 mil unidades.