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Palabra de CEO Vázquez de Bagó: "Trabajamos con el INTA para desarrollar una vacuna en Argentina"

 

El número uno de Laboratorios Bagó, Edgardo Vázquez, admite que la dificultad de acceso al mercado cambiario generó problemas en el pago a proveedores del exterior. "Nosotros somos elaboradores de productos, no importamos una Maserati lista para vender", dijo

"Espero que la soja a u$s 500 nos permita acceder a algún mercado cambiario más ágil". La reflexión es de Edgardo Vázquez, el gerente general de Laboratorios Bagó, que admite tener dificultades para el acceso del mercado cambiario lo que generó la imposibilidad de pagar a proveedores del exterior.

El ejecutivo asegura que los empresarios en la Argentina tiene que "dedicarle la mitad del tiempo a entender el entorno macroeconómico, un 30% al sectorial y solo nos queda un 20% para lo que sabemos hacer. El resultado del negocio finalmente no depende de lo que sabemos hacer bien sino de cómo está la macroeconomía y cómo se mueve el sector". Aún con esas complejidades, invertirá u$s 17 millones hasta 2022 y asegura que por tratarse de una empresa de dueños argentinos, tienen una exposición tan alta como la responsabilidad y compromiso en el país.

Hace siete meses, relata el ejecutivo, se encuentran trabajando junto al INTA en el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19 que no requeriría refrigeración a un volumen y costo competitivo, "para que en el futuro la Argentina cuente con su propia vacuna".

¿Espera otro año similar a 2020?

No tanto. El año pasado fue de crisis, de salir corriendo y dar respuesta, reactivo. Ahora ya esto es una forma de trabajo y debemos ser más claros en cuáles son las pautas, proactivos. En nuestras oficinas estamos redefiniendo todos los espacios de trabajo. Dejaremos de tener espacios asignados, habrá lugares de colaboración más flexibles y mejor equipamiento tecnológico para hacer reuniones mixtas (presencial y remota), las personas vendrán dos o tres veces por semana y tendrán más autogestión. Igual todavía hay muchas dudas sobre qué pasará en la gestión de personal. Hay mucha precariedad laboral, mucha competencia, un mercado laboral intervenido con la doble indemnización y la imposibilidad de despidos que también enrarece todo.

¿El Estado tiene la responsabilidad?

Es que algunos modelos de administración tienen mayor actuación en la economía. Tratan de generar un modelo de desarrollo e inclusión con ciertas características y a éste se le sumó la pandemia que fue casi una guerra para la Argentina, como nunca vivimos. Fue una de las crisis mas grandes que tuvimos como sociedad y en ese sentido el Estado tiene que tener una intervención y una función supletoria de lo que no está. Pero después la política le pone un sesgo a ese Estado, de cómo gestiona la crisis. 

La verdad es que de este gobierno hay que decir que asumió en default, sin reservas, con una refinanciación de deuda monstruosa y una emisión contenida millonaria y lo fue resolviendo. Tuvo aciertos macroeconómicos en un entorno en el que se desplomó el PBI un 10%.

¿y la responsabilidad de los empresarios?

Los empresarios en la Argentina tenemos que dedicarle la mitad del tiempo a entender el entorno macroeconómico, un 30% al sectorial y solo nos queda un 20% para lo que sabemos hacer. El resultado del negocio finalmente no depende de lo que sabemos hacer bien sino de cómo está la macroeconomía y cómo se mueve el sector.

Además están los grandes convenios con el Estado, como el del PAMI

Si y para nosotros es muy trascendente. Un 40% del mercado farmacéutico es para la obra social de los jubilados entonces si se anuncia medicamentos gratis para los jubilados significa que nuestro producto le va a llegar gratis esa gran porción del público. Para nosotros el Pami representa 37% del volumen. Lo importante es que está el Estado tomando la decisión política correcta que es garantizar la accesibilidad de medicamentos a los jubilados que son, la mayoría, pobres. Están por debajo de la línea de la pobreza, y son los principales usuarios así que los van a financiar. Pero resulta que es un Estado quebrado, entonces los empresarios se preguntan cómo lo van a hacer. Ahí comienza la alquimia.

¿Es mejor ser una empresa de capital nacional para lograr esa alquimia?

Este es no solo un laboratorio nacional sino de dueño argentinos que viven acá, que están hace 86 años en la Argentina con tres generaciones de la familia dirigieron la empresa. Estar con la familia Bagó me lo hace fácil a mí, porque tienen una trayectoria intachable. La empresa tiene su apellido y eso genera un grado de exposición alto y una gran responsabilidad.

¿Hay una cuestión emocional además del negocio?

Ambas. En una empresa multinacional como hay en este mismo sector, si en la Argentina pasa algo y se tienen que ir capaz el país representa el 0,5% de la venta. Eso da más autonomía porque si un gobierno es intervencionista y abrasivamente pide algo, le dicen que no porque la casa matriz no lo autoriza y en todo caso levanta la operación argentina. El compromiso con la situación económica del país es muy distinto y por lo tanto el margen de maniobra es diferente. Para los dueños de esta compañía, la Argentina es su principal foco de inversión. Alrededor de 40% de los ingresos del grupo dependen del país. Pero el mercado farmacéutico argentino es super competitivo, tiene 280 oferentes. No es como otros sectores donde hay una consolidación de la oferta muy grande.

¿Qué planes tiene pensando en otro año de pandemia?

Con relación al Covid-19, estamos apoyando a una serie de investigadores en la Argentina para desarrollar una vacuna acá. No vamos a ser los primeros porque nos falta músculo financiero. Desarrollar una vacuna o un medicamento demanda un estudio clínico que es multimillonario en dólares, fuera de nuestra escala pero tenemos en el país investigadores de ciencia básica muy buenos. Los apoyamos a través de un acuerdo que hicimos con el INTA sobre una tecnología que tienen patentada con la que se puede producir vacunas que no requerirían refrigeración a un volumen y costo competitivo. Estamos trabajando en esto hace siete meses pero no queremos generar la expectativa. Sí estamos apoyando el desarrollo para que en el futuro la Argentina cuente con su propia vacuna.

¿Se le da la relevancia que tiene la industria farmacéutica en el país?

No se si realmente se toma noción de lo estratégica que es esta industria, del aporte que hace desde el punto de vista fiscal. Frente a la pandemia, Estados Unidos se dio cuenta que no podía tener la producción de principios activos de farmacéuticos de síntesis química totalmente relocalizada en Asia. Y el gobierno tomó la decisión estratégica de volver a traerlo a Estados Unidos para no depender.

¿Cómo dio el balance de Bagó 2020?

Superamos las expectativas que teníamos en marzo. No tuvimos interrupción de la actividad, mi modelo de negocios no desapareció, somos esenciales, las tres plantas trabajaron, abastecimos al mercado. Tuvimos mayores costos para operar por la adaptación por los protocolos así que la ecuación económica no fue todo lo que esperábamos pero tampoco fue caótica en un contexto general recesivo.

El Estado sostuvo la demanda con PAMI y el programa Vivir Mejor, que le dio accesibilidad a los jubilados al 100% los productos. Es un esfuerzo financiero gigante porque estamos vendiendo con un descuento enorme pero así se sostuvo el volumen de la operación. No fue la rentabilidad que esperábamos tener pero no tuve problemas de caja. El Estado pagó, incluso había saldos de la administración anterior y esta nueva administración regularizó la situación.

¿Espera que mejore la rentabilidad este año?

No porque hay que mirar todo el contexto. Tenemos una inflación contenida por toda la emisión que hubo, tenemos dificultades para acceder al mercado cambiario. Espero que la soja a u$s 500 nos permita acceder a algún mercado cambiario más ágil.

¿Tuvo un impacto negativo por la dificultad del acceso a dólares?

Tuvimos limitaciones para los pagos a proveedores del exterior. Yo no importo de una casa matriz propia sino de terceras partes. Tenemos cupos. No pudimos pagar más que el valor nacionalizado en el último año pero nosotros somos una empresa esencial con dificultades de abastecimiento entonces tuvimos que incrementar los niveles de stock por miedo a que los aviones no lleguen. Eso generó una mayor necesidad de mayor financiamiento por parte de los accionistas, con mayor exposición cambiaria y el acceso al mercado cambiario está bastante controlado. Nosotros somos elaboradores de productos, no importamos una Maserati lista para vender.

También entiendo que cuando no hay dólares, no hay. El gobierno hace los esfuerzos que necesita pero los dólares de libre disponibilidad que había en octubre eran pocos. Tenemos discusiones con el Banco Central para ver cómo podemos articular esto.

Por ejemplo hicimos una inversión de u$s 10 millones en una planta, con un crédito de los accionistas. Ahora no podemos devolverlo porque no hay dólares para pagar intercompañía. Entonces las reglas de juego con las que hacemos las inversiones cambian cada dos años.

¿Las grandes fortunas del país tienen que responder a la pandemia con aportes extraordinarios?

Los accionistas de esta empresa están de acuerdo con que hay que hacer un sacrificio adicional. Después hay cuestiones que caen en una voracidad muy grande y así se ahuyenta a los que tienen que poner la inversión para que la rueda empiece a girar. Los inversores argentinos son los primeros que deben confiar en la Argentina como hicieron los Bagó en estos 86 años

¿Tiene planificadas inversiones para este año?

La inversión estimada para 2021/2022 es de u$s 17 millones. Incluye Laboratorios Bagó, Química Montpellier y Bioprofarma. Vamos a lanzar más productos y planificamos ampliar algunas de las plantas productivas. 

¿Las exportaciones tienen un peso importante en el negocio?

El grupo exporta u$s 50 millones y nos está yendo muy bien en los mercados del exterior. Tiene un peso de 7% en laboratorios Bagó. Estamos explorando mercados en el sudeste asiático, exportando producto farmacoquímicos a Europa del Este, a Australia, vendemos antibióticos de la Rioja a China a precios super competitivos con todo lo que significa la logística y la carga tributaria de la Argentina.

¿Los afecta el tipo de cambio actual?

Si, me afecta porque la mayoría de los insumos y maquinarias vienen de Alemania e Italia. Me dificulta proyectarme en el largo plazo. Además, para exportar hay una carga tributaria muy alta. Mas allá de las retenciones. No tenemos beneficios por industria del conocimiento y tenemos un montón de costos. Del precio pagado por el consumidor, el 42% va a las arcas del Estado.

Hay que tener en cuenta que un producto farmacéutico no es un producto de oportunidad. Hay validaciones que tardan entre 24 y 36 meses. Por eso no puedo tomar decisiones de inversión según como está una pizarra. Es cierto que el entorno macroeconómico a veces nos dificulta la posibilidad de exportar . La necesidad de capital de trabajo en dólares, liquidar las exportaciones en un plazo limitado, te acotan la posibilidad de crecimiento del negocio en el exterior.



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