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Los cambios realizados ayer (7/01) en el Banco Central por el ministro de Economía, Martín Guzmán, son analizados por estas horas como una intervención de la Casa Rosada. Esto ya ocurrió el 28 de diciembre de 2017 y los resultados no fueron los esperados.
Ayer (7/01), el ministro de Economía Martín Guzmán anunció cambios en su equipo. En medio de las renegociaciones con el FMI, el funcionario reemplazó a Diego Bastourre en la secretaría de Finanzas con Mariano Sardi. Mientras que Fernando Morra irá como secretario de Política Económica en lugar de Haroldo Montagu, informaron desde el Palacio de Hacienda.
Bastourre, según trascendió informalmente, irá al directorio del Banco Central en reemplazo de Carlos Hourbeigt, un hombre que responde a Roberto Lavagna, quien profirió fuertes críticas a la política económica en los últimos días.
Si bien esta vez no hubo una bochornosa conferencia de prensa, el economista Daniel Sticco recordó aquel episodio y analizó: "Hasta ahora, el Gobierno sigue sin mostrar un plan y sigue sin generar convencimiento de que hay un plan. Lamentablemente, empieza el año como terminó el 2017: con el Ministerio de Economía interviniendo y poniendo más fichas en el Banco Central. Cuando un Gobierno se preocupa tanto por intervenir una institución que debiera ser independiente es porque cada vez necesita más del Banco Central como prestamista de última instancia. El Gobierno no ha podido generar capacidad de tener financiamiento ni del sector privado ni de los mercados internacionales".Esto recordó en la City Porteña a lo que ocurrió durante la Administración Macri el 28 de diciembre de 2017, cuando el entonces jefe de Gabinete Marcos Peña dijo que el dólar no iba a saltar porque le habían puesto amortiguadores a la economía. A su lado, estaban sentados el entonces ministro de Economía, Nicolás Dujovne, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el ministro de Finanzas, Luis Caputo.
En este sentido, consideró que la Rosada y Economía "usan al Banco Central para que lo financie con emisión espuria porque se ha inventado esto de las ganancias del Banco Central cuando todos sabemos que es altamente deficitario".
Entonces, graficó: "El ministro de Economía quiere cortar la inflación y no se ocupa del gasto público. Semana a semana vemos cómo junto con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, firma decisiones que modifican el presupuesto. La última fue a través del impuesto PAIS, que le dejó $23.000 millones a la ANSES pero justificaron que era una ganancia extraordinaria y terminaron inventando un gasto extraordinario. Entonces, es imposible pensar en un plan anti-inflacionario si no hay una estrategia firme de fondo de bajar el gasto público".
Consultado al aire de La Red sobre los retiros voluntarios, las reestructuraciones de negocios y empresas, y si esto tiene que ver con la política del Gobierno en general o con el COVID, Sticco respondió: "Todo confluye. El efecto COVID provocó la caída de la actividad pero también la intervención sobre la economía que hace el Gobierno, que regula precios, tarifas o en un mismo día autoriza a las prepagas a aumentar y luego da marcha atrás. Todo eso complica el horizonte de las empresas".
"Entonces, el Gobierno cree que si prohíbe los despidos, no van a haber despidos, pero aumentaron los acuerdos entre privados. Empleados y empleadores llegaron a acuerdos y terminaron cerrando las empresas.
El ajuste del empleo es brutal. Ayer (7/01), un informe mostró que la construcción tuvo un aumento interanual pero aún mantiene 30% de caída del empleo", cerró.
