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Parrilli avanza con la ley para nombrar al procurador por mayoría absoluta y tensiona con Alberto

 Convocó este viernes a la comisión de justicia. Rafecas avisó que si se aprueba retira su candidatura. El comité de expertos recomendó bajar las exigencias para nombrar el jefe de fiscales pero no para echarlo.

Oscar Parrilli convocó para este viernes a la Comisión de Justicia y Asuntos Penales para definir una nueva ley del Ministerio Público que permita elegir al procurador por mayoría absoluta del Senado, una cifra que el Frente de Todos reúne por su cuenta, pero que el candidato del Gobierno Daniel Rafecas advirtió que no aceptará y llegado el caso prefiere salir de carrera. 

Alberto Fernández salió a su rescate y envió a su ministra de Justicia Marcelo Losardo a pedir que cuanto antes empiecen las audiencias para su designación, pese a que no está definido el respaldo de la oposición para llegar a los dos tercios. Pero Cristina Kirchner y sus dirigidos fueron firmes en que su pliego seguirá cajoneado hasta sancionarse una ley que le fije nuevas reglas para quien sea el jefe de fiscales.

Y encontraron respaldo en el dictamen emitido este jueves por el comité de expertos jurídicos creado por Fernández, que por mayoría coincidió en que el procurador no debe ser un cargo vitalicio y, aunque con un respaldo más justo de 6 a 5, que lo mejor es elegirlo por mayoría absoluta de los miembros del Senado, que no es otra cosa que la mitad más uno de sus miembros, sin importar cuántos haya conectados al momento de la votación. Serían 37 senadores, dos menos que la plantilla completa del Frente de Todos, que además suma siempre dos aliados. Un senador aliado de Cristina presento un proyecto para elegir al procurador sin la oposición

Ambas reformas forman parte del proyecto de ley presentado la semana pasada por el rionegrino Alberto Weretilneck, uno de los habituales aliados del Frente de Todos, y serían parte del dictamen del oficialismo. Aún resta definir si el mandato es de 6 o 5 años y con una relección, pero en cualquier caso significaría una merma en el poder de quien resulte elegido. 

En su última publicación por Instagram, su red social elegida, Rafecas citó los artículos de la constitución que garantizan "autonomía funcional" y "autarquía financiera" del Ministerio Público. Pareció molestarse por otros aspectos del proyecto del rionegrino, que incrementan el control de la bicameral de seguimiento del organismo y le restan poder al procurador en los procesos contra los fiscales, que el kirchnerismo quiere controlar para embestir contra Carlos Stornelli. 

Alberto  Weretilneck.

Así las cosas, dejar el juzgado federal con cargo vitalicio para ser procurador por un período corto, elegido por el oficialismo y sin el poder de sus antecesores, puede no ser un cambio de vida tentador para Rafecas, pero es el único posible si la ley avanza.

De todos modos, como sólo el Poder Ejecutivo puede elegir a los candidatos a procurador, si su preferido da un paso al costado Alberto deberá sondear otro nombre y negociarlo con Cristina, que no está dispuesta a ceder. Con mayoría simple o dos tercios, sus votos son elementales. 

De hecho, la reunión de comisión de este viernes estaba prevista para el martes, pero como en el Senado hacen falta siete días para llevar un dictamen al recinto, se hubiera corrido la fecha a diciembre y en ese caso sólo sería posible tratarlo con un llamado a sesiones extraordinarias del presidente. No era el mejor tema para desafiarlo.

El comité de expertos complicó el otro objetivo de los senadores de Cristina, como es la remoción del procurador, que Weretilneck propuso en su proyecto que también pueda llevarse a cabo por mayoría del Senado, para de ese modo desplazar de un plumazo al interino Eduardo Casal. 

Los 11 especialistas propusieron que lo mejor es continuar con el sistema de juicio político que rige para los jueces de la Corte Suprema, que requiere los dos tercios en ambas Cámaras, imposibles de alcanzar sin los legisladores de Cambiemos. 

De todos modos, el kirchnerismo sigue con el plan B de acorralarlo con un juicio político en la procuración por ser un empleado de carrera y para avanzar es clave modificar la composición del jurado, un asunto sobre el que comité no se expidió. Parrilli puede avanzar sin ofender a nadie.