Las noticias positivas sobre el desarrollo de la vacuna COVID-19 continuaron el miércoles.
Antes de la apertura del mercado, Pfizer ( PFE ) y su socio alemán BioNTech ( BNTX ) anunciaron que los resultados finales de su ensayo de fase 3 muestran que la vacuna tiene una efectividad del 95%.
Esto se produce solo dos días después de que Moderna ( MRNA ) anunciara que su candidata a vacuna COVID tenía una efectividad del 94.5% y poco más de una semana después de que los resultados preliminares de Pfizer mostraran una eficacia del 90% en la prevención de infecciones. Pfizer ahora está listo para solicitar la autorización de uso de emergencia para su vacuna de la FDA en unos días.
En una entrevista en CNBC el miércoles , el ex comisionado de la FDA, Scott Gottlieb, dijo que se puede "poner fin de manera efectiva" a la pandemia con una amplia distribución de una vacuna con este nivel de eficacia. Y con estos desarrollos, el fin de la fase más aguda de la pandemia está comenzando a enfocarse.
Pero tener una línea de visión sobre un eventual fin de la actual emergencia sanitaria no cambia el hecho de que la situación sobre el terreno en Estados Unidos sigue deteriorándose.
Las hospitalizaciones por COVID están en un récord. Las muertes van en aumento. Y la tasa positiva de las pruebas de COVID en todo el país es ahora la más alta desde mayo.
Y los desarrollos de vacunas que ofrezcan una visión sobre cuándo o cómo podría terminar esta pandemia deberían intensificar los pedidos de más estímulo fiscal, no dejar a los legisladores pensando que los esfuerzos hasta la fecha han sido y seguirán siendo adecuados. A partir de ahora, cualquier conversación relacionada con el apoyo fiscal adicional parece haberse estancado .
Todo mientras el aumento de casos está comenzando a tensar la economía.
"El aumento resultante en el miedo al virus y las medidas renovadas de distanciamiento social están limitando el sentimiento y pesando sobre la movilidad y el gasto", dijo Gregory Daco, economista jefe de Estados Unidos en Oxford Economics.
“Los ingresos de los hogares están cayendo gradualmente hacia su nivel anterior a COVID a medida que la ayuda fiscal ya no compensa el déficit de 10 millones de empleos en relación con febrero y los salarios limitados. En este entorno, las fragilidades de la recuperación se hacen evidentes ”.
El siguiente gráfico de Daco muestra cómo el impulso a los ingresos de varios paquetes de ayuda fiscal se reducirá en los próximos meses sin un nuevo estímulo. Dejar que los hogares estadounidenses se enfrenten al clima frío, el aumento del virus y un mercado laboral incierto sin el apoyo que ayudó a los consumidores a prosperar durante la primavera y el verano de 2020.
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Se prevé que los ingresos de los hogares se estabilicen en los próximos meses a medida que expire el apoyo fiscal relacionado con la pandemia, poniendo en riesgo la incipiente recuperación económica. (Fuente: Oxford Economics)
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Y así que, a diferencia de marzo y abril, cuando no había una idea real de lo que sucedería a continuación desde el punto de vista médico, económico y social, el progreso de la vacuna que hemos visto responde a muchas incógnitas pendientes.
Los desafíos de distribución y la aceptación generalizada por parte del público de que la vacuna es segura son obstáculos que aún tenemos que superar.
Pero la pandemia ya no es un evento indefinido.
Hay motivos para creer que en dos o tres cuartas partes la vida en Estados Unidos se verá bastante normal, que el virus estará bien contenido y que decenas de millones de personas serán vacunadas.
Apoyar la economía ahora para mantener abiertos los negocios en apuros y mantener a flote a los hogares en apuros se trata de llevarnos a estas fechas con una economía que sigue siendo resistente , sin las cicatrices de una recuperación interrumpida por una austeridad fiscal prematura.
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