3) Supremacía de flujo sobre stock “No gano tanto pero no importa, porque tengo casa propia”, suele esgrimir la mentalidad de persona empleada, cometiendo dos errores importantes en su razonamiento: la casa (como vimos anteriormente) no es un stock o activo, y el flujo es siempre más importante que el stock. El flujo es el dinero que mes a mes entra y sale de nuestros bolsillos, mientras que el stock refiere a aquello que tenemos como patrimonio y nos permite generar ingresos mediante su explotación. El stock está dentro del patrimonio, pero no todo patrimonio es stock, puesto que, como vimos anteriormente, la casa y el auto no generan ingresos y no constituyen stock. ¿Qué cosas que nos pertenecen son stock? Podemos nombrar a los plazos fijos, los bonos, las acciones, las criptomonedas, los bonos, las letras del Tesoro y las acciones preferentes, los inmuebles y otros bienes en alquiler, las franquicias otorgadas, los derechos que generen regalías, las stablecoins colocadas a tasa y cualquier otro bien tangible o intangible que genere ingresos. El conocimiento financiero avanza cuando la persona comprende que, en su economía, el flujo de dinero es más importante que el patrimonio. En general, las personas con mentalidad de empleado poseen un flujo de ingresos único y un flujo de egresos múltiple. Los ingresos provienen de una sola fuente: la salarial. Llegan a su órbita como un meteorito que atraviesa la atmósfera y se desintegra en tres etapas: la primera corresponde a los gastos familiares prioritarios (vivienda, comida, educación, viáticos, etc.), la segunda se vincula con el pago de las deudas contraídas para financiar el déficit entre los flujos de ingresos y egresos (pago de compras con tarjeta de crédito, cuota hipotecaria, préstamo personal, etc.) y la tercera etapa corresponde a la nueva refinanciación del déficit personal a tasas aún más altas que las anteriores. Los que buscamos la independencia económica, en cambio, utilizamos el ingreso activo (salario o ingreso como cuentapropista) en parte para cumplir con los gastos, pero también para generar ahorros que nos permitan construir con el tiempo un ejército de stocks que tienen por misión generar flujos de ingresos adicionales. Estos ingresos adicionales terminarán aumentando cada vez más los ingresos totales y nos permitirán relajar el gasto, evitar que los egresos se vayan en intereses de deudas, y llevar, finalmente, una vida más relajada y menos austera. Lo dicho nos permite sostener que nuestro “segundo trabajo” consiste en la búsqueda de los mejores stocks en base a la ecuación riesgo/rentabilidad. Para encontrarlos, debemos realizar pequeñas pruebas: compramos cuotapartes de fondos comunes de inversión en letras y bonos, abrimos una cuenta en una sociedad de Bolsa, compramos bonos en distintas monedas, colocamos dinero en stablecoins que luego prestamos al 7% en dólares, acudimos a charlas y seminarios sobre alternativas de inversión, colocamos dinero en Finanzas Colaborativas y P2P, ahorramos para comprar una cochera para alquilar, evaluamos los nuevos préstamos hipotecarios para ver si el cobro de un alquiler nos alcanza para pagar la cuota de un emprendimientos desde el pozo, etc. Siempre es más importante construir una base firme de stocks que nos provea ingresos antes que apuntar a un patrimonio enorme, pero tal vez difícil de mantener. Conclusión Que no se malinterprete: desde esta columna no busco menospreciar a los millones de trabajadores y trabajadoras que día a día le ponen el hombro a la difícil situación social y sanitaria. Mi intención pasa por compartir experiencias personales y ayudar a quienes necesitan un empujón a tomar la decisión de comenzar a formarse en el mundo de las finanzas personales, por más lejano e inaccesible que les parezca. Los beneficios económicos son demasiado importantes como para dejarse arrastrar por la corriente y el camino del conocimiento será siempre placentero, más allá de los resultados. Aunque mantengas tu trabajo en relación de dependencia, podés decirle “chau” a la mentalidad del empleado y darle paso a la persona creativa e inversora que hay en vos. ¿Te gustaría que te ayudemos a abandonar la mentalidad de empleado y pasar a generar ingresos pasivos en tus propios proyectos? El curso online de Finanzas Personales para Principiantes que comienza en Noviembre es el ámbito ideal para poder lograrlo. Más información aquí |