El término “vehículo de inversión” engloba todas las opciones que tenemos para poner a trabajar nuestro capital en el universo financiero. También se habla de “ vehículos automatizados de ingresos” e incluso de “ vehículos de gastos“, lo que nos lleva por decantación a otro concepto: el de la autopista de las finanzas personales.
Como pueden imaginarse, los vehículos pueden desplazarse por la autopista de distintas maneras: más rápido o despacio, cambiando de carril o manteniéndose siempre en el mismo sin animarse a superar a los remolones, en forma temeraria o tomando precauciones, etc.
Sea cual sea nuestro estilo de manejo, hay un factor que será determinante: la infraestructura. Nos referimos al estado de la autopista, que nos permitirá contar con un abanico más amplio o más acotado de opciones para incrementar nuestro capital.
La mayoría de la población conduce sus vehículos por una vieja autopista llena de peajes caros, donde los embotellamientos por comisiones y regulaciones anacrónicas están a la orden del día. Esa autopista la construyeron los bancos, otras entidades financieras tradicionales, las empresas emisoras de tarjeta de crédito y las compañías de seguro de vida y retiro.
Es una autopista llena de pozos que nos lleva adonde no queremos ir, pero su burocracia y sus tentáculos tienen tanto alcance que muchos se rinden en lugar de rebelarse.
En la columna de hoy, hablaremos de las nuevas autopistas financieras que incorporan tecnología para que los vehículos fluyan con mayor libertad y velocidad gracias a la eliminación de casi todos los peajes. ¿Están listos? ¡Abróchense los cinturones!
Autopistas de ingresos
Recibir un salario por tu trabajo en relación de dependencia y ver dinero depositado en tu cuenta bancaria a principios de cada mes es equivalente a construir una autopista con pocos carriles y un asfalto que no durará mucho en condiciones aceptables.
Tus nuevos vehículos automatizados de ingresos necesitan caminos más modernos y con más carriles. Se impone la necesidad de aprender a utilizar las plataformas web de pago, que en tu caso serán de cobro. Antes de presentarte ejemplos, una aclaración: todos los tipos de cuenta que veremos hoy son de apertura gratuita y no tienen costo de mantenimiento. Esto no quiere decir que el uso sea libre de costos, porque te cobran un porcentaje por cada venta realizada.
Mercado Pago: Pertenece a Mercado Libre, la empresa más valiosa del país de acuerdo con la cotización de sus acciones en los mercados. Ofrece a cualquier emprendedor o microemprendedor la posibilidad de cobrarle a un tercero por sus servicios mediante tarjetas de crédito y débito, efectivo (a través de bocas de cobro como Rapi Pago o Pago Fácil) y transferencias bancarias. Para comenzar a utilizar esta autopista tecnológica solo necesitás tener una cuenta bancaria y número de CUIL / CUIT. Descargás la aplicación o ingresás a la web de Mercado Pago y abrís una cuenta. Para cobrar por los artículos que vendas o los servicios que brindes, podés crear un link de pago que se envía a los clientes por mail o WhatsApp. También, podés insertar el link en tu página web, en caso de tener una. También contás con la opción de cobrar mediante un código QR como el que se ve cada vez con mayor frecuencia en los negocios o con Point, un pequeño dispositivo que se conecta a tu celular y funciona como un posnet tradicional. ¿Cuáles son los peajes de esta autopista? Existen, pero dependen mucho de la urgencia que tengas para hacerte del dinero a cobrar: si lo querés en el momento, Mercado Pago te cobrará el 5,99% de tus ingresos. Si podés esperar 14 días, la comisión será del 3,49%. En 30 días pasará al 1,99% y, si preferís esperar 60 días, no habrá costos a pagar, aunque la inflación puede hacer su parte. Este esquema de cobros plantea incluso una inversión embebida: en términos anuales y partiendo de la comisión del 5,99% por cobrar en el momento, alguien con una mirada benévola hacia la empresa puede sostener que Mercado Pago abona un 4% mensual si uno es capaz de esperar 30 días para hacerse del dinero. Entendemos, por supuesto, que se puede cuestionar esta perspectiva.
Por último, el dinero acreditado en tu cuenta de Mercado Pago puede ser girado al instante a tu cuenta bancaria o extraído de un cajero automático. También se puede gastar haciendo compras en la web, en un comercio con QR o pagando con una tarjeta Mastercard que la empresa otorga sin costo.
PayPal: Abrir una cuenta en PayPal te será de suma utilidad si planeás vender un bien o brindar un servicio a clientes del extranjero, dado que te posibilitará cobrar online en dólares de manera similar a lo que te ofrece Mercado Pago. El costo de comisión por venta es del 5,40% + 0,30 dólares, aunque la cuestión central no está puesta en esos cargos sino en cómo hacerse del dinero a un tipo de cambio favorable. Para ello, el uso de plataformas multidivisas como las que veremos más adelante en esta nota puede resultar de suma utilidad: neto de costos, se puede conseguir un tipo de cambio 20% inferior al blue, pero 40% superior al oficial.
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