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Se trata de una invitación para experimentar la lectura y la escritura de manera conjunta desde la virtualidad. Se realizará en cuatro encuentros sabatinos de 14 a 16 hs., con inicio el sábado 26.
A partir de la idea de la literatura como posibilidad de encuentro, incluso en tiempos de distanciamiento social, el “Laboratorio Sensible de Lectoescritura” pone en juego el proceso de lectura y escritura como una práctica sensible, afectiva y política. ¿De qué manera? A través de una propuesta lúdica de encuentro e indagación para armar una comunidad que haga cosas con palabras pero, también, que le haga cosas a las palabras.
El laboratorio se llevará a cabo en cuatro encuentros: los sábados 26 de septiembre, 3,10 y 17 de octubre, en el horario de 14 a 16 hs. de manera virtual y estará a cargo de Caro Rodriguero y Sol Aguirre.
Con el entusiasmo como único requisito, se propondrán lecturas de fragmentos de textos de diversxs autores que, en general, hablan sobre diferentes maneras de entender lo literario (aunque no se limitan sólo a esto). Además, se realizarán actividades e intervenciones a partir de esos textos. También se activarán algunas dinámicas para poner en juego distintas operaciones a partir de textos propios o ajenos que elijan, apostando a la intertextualidad y a la transposición con/de otrxs lenguajes.
“De este modo, buscamos desestabilizar modos normalizadores y codificados de leer y escribir que obran como prácticas regulatorias del cuerpo. Intentaremos desteologizar el proceso de lectoescritura, lo que supone resquebrajar sermones y prescripciones que rigen al momento de emprender la práctica e impiden transitarla como un recorrido que va activando palabras sobre el papel. Así, pretendemos arriesgar posibilidades poéticas para articular una experiencia en común de cuerpo-lenguaje (y pantalla)”, detalló Carolina Rodriguero, una de las promotoras del laboratorio.
