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Con un acto en Olivos, el Presidente anunció un plan de seguridad como señal al Gran Buenos Aires

Con un acto en Olivos que reunió funcionarios nacionales y provinciales, sumó algunos intendentes e incluyó móviles policiales en el lugar, Alberto Fernández buscó dar su primer mensaje concreto frente al creciente drama de la inseguridad. Anunció un plan centrado en el Gran Buenos Aires e intentó dar una imagen de gestión unificada con la presencia del gobernador Axel Kicillof y los ministros del área, Sabina Frederic y Sergio Berni, dos de los principales protagonistas de las disputas domésticas.
El plan oficial fue presentado como “Programa de Fortalecimiento de Seguridad para el Área Metropolitana de Buenos Aires”. Incluye en envío de unos cuatro mil gendarmes a la Provincia -una cifra algo menor considerando los tres cordones del GBA-, un fondo de unos 40.000 millones de pesos, para obras y la construcción de nuevas unidades carcelarias, y la ampliación del número de agentes de la policía bonaerense.
El acto con el Presidente a la cabeza se produce en medio de un aumento de delitos, con mayor grado de violencia, y cuando apareció también como un problema en ascenso la toma de tierras.
Fue llamativo que en las últimas horas, y luego de declaraciones ambiguas o enfrentadas, tanto Kicillof como Frederic salieron a unificar discurso y calificaron como “ilegales” las tomas de tierras, que crecieron en distintos partidos del GBA y que con otro perfil están tensando la situación en Río Negro. La ministra había restringido el problema a una cuestión habitacional.
Parte de los fondos anunciados ahora irán directamente a las comunas. Eso fue un reclamo de los intendentes, incluso del peronismo, críticos del manejo muy centralizado de Kicillof y su equipo. Es otra señal de los problemas domésticos que enfrenta el gobernador.
El reclamo sobre los crecientes niveles de inseguridad, luego de la baja de delitos en el primer tramo de la cuarentena, fue transmitido con insistencia por intendentes del GBA a Kicillof. En ese punto, convergieron jefes locales del PJ y de la oposición de Juntos por el Cambio.
También fueron varios intendentes peronistas, especialmente del sur del GBA, los que hicieron llegar su preocupación por la toma de tierras, al igual que los jefes comunales de JxC. En ese marco son visibles además los roces y tensiones entre los intendentes y algunos sectores de los movimientos sociales alineados con el Gobierno.
Esa contradicción apareció además en el enfrentamiento público entre Berni y uno de los dirigentes del Movimiento Evita y funcionario de la jefatura de Gabinete, Fernando “Chino” Navarro. Otro capítulo de cruces fue sumado a raíz de las tomas en el sur del país. El gobierno de Río Negro –aliado del oficialismo, sobre todo con sus legisladores nacionales-  reaccionó con malestar frente a la falta de atención de la Nación  y la posición de la ministra Frederic.