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Polémica: Axel Kicillof recibió 85% de los subsidios a los colectivos y las demás provincias se quejan

El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, nunca quiso hacerse cargo de los subsidios a los colectivos urbanos

El federalismo en la Argentina es un tema de dinero. Se discute por plata más que por el lugar de cada provincia en el sistema de decisiones. Esta vez no es la excepción. Y el punto es el dinero que la provincia de Buenos Aires se lleva del total de los subsidios que la Nación aporta para el sistema de colectivos urbanos. Para la administración de Axel Kicillof fueron 8,5 pesos de cada 10 que se repartieron en el primer cuatrimestre. Los números son elocuentes. Desde la Casa Rosada se enviaron 39,53 millones de pesos para subsidios al transporte público urbano de la Argentina. Apenas 5,9 se fueron a todas las provincias mientras que 33,6 terminaron en la billetera bonaerense.
Es verdad que históricamente es el lugar donde más dinero se recibe, pero las proporciones se han acentuado durante la cuarentena. Una de las cuentas que más siguen en el sector es el subsidio por unidad, es decir, por colectivo. Por caso, antes de que empiece el aislamiento obligatorio un colectivo que funcionaba en el área metropolitana tenía un cheque mensual de 382.360 pesos por mes, mientras que uno que andaba por el interior era compensado con 131.836 pesos. Dicho de otra forma, el segundo recibía el 34,5% de lo que le llegaba al primero.
Pero con la cuarentena las proporciones cambiaron. Los metropolitanos tienen un cheque cada 30 días de 513.000 pesos, frente a 132.000 de los que llevan y traen pasajeros por las provincias. Aquella proporción está ahora en 26%.
         
La crisis en el interior se siente en cada una de las empresas. De hecho, el poderoso gremio del sector, la Unión Tranviario Automotor (UTA), tomó el tema y le hizo llegar una carta al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. "Desde la entidad sindical que represento, hemos sido muy críticos a la política presupuestaria en materia de transporte de pasajeros llevada adelante por la gestión anterior", dice la carta firmada por el secretario general del sindicato, Roberto Fernández, que suma primero algún mimo a los oídos del Jefe de Gabinete.
Pero inmediatamente vino la crítica. "Sabemos lo sumamente relevante que resulta el transporte de pasajeros para las poblaciones del interior, por lo que le pedimos que se pongan todos los esfuerzos y conocimientos necesarios a vuestra disposición, a fin de asegurarse en el proyecto de ley de presupuesto en redacción un esquema equilibrado, sustentable, razonable, y que permita a los trabajadores que represento percibir todos los meses sus salarios, los cuales honrosamente se han ganado porque los han trabajado", finaliza.
No es menos que el jefe sindical se involucre en los subsidios: la gran mayoría de los sueldos los transportistas los pagan con las compensaciones que entregan los estados nacional, provincial y municipal.
         
El final de la carta merece un párrafo aparte: "El pueblo trabajador no traiciona, y acompaña al país en esta difícil situación que se atraviesa, pero se pide una respuesta estatal acorde. Así se espera".
La historia de los subsidios al transporte en el interior es vieja. Con Guillermo Dietrich de ministro de Transporte sumó un capítulo más con la creación de un fondo compensador (ley N° 27.467, artículo 125). El Poder Ejecutivo de entonces intentaba enviar el monto de las compensaciones a las provincias y municipios. Brotó el federalismo en el peronismo y los legisladores lograron que se incluya ese fondo en el presupuesto con $6500 millones para el interior para todo 2019.
Este año con la prórroga del presupuesto 2019, se pagaron los subsidios hasta mayo. En julio, la Jefatura de Gabinete dio un giro y decidió pasarles la obligación de pagar los subsidios a las 23 provincias y 144 municipios que tienen servicios de transporte en sus jurisdicciones.
El punto llegó a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Fue el secretario de Presupuesto, Raúl Rigo, el que expuso el plan: "Que las provincias hagan sus pedidos a la Nación para que les mande en concepto de préstamo el dinero que necesitan para pagar los subsidios al transporte". El concepto "préstamo" no pasó desapercibido, sobre todo porque el esquema sería subsidios a la provincia de Buenos Aires y préstamos a descontar de la coparticipación para el resto de los distritos.
Ayer, el tema se metió de lleno en la discusión sobre las previsiones presupuestarias para el segundo semestre que tuvieron los diputados por Zoom. Hoy a las 11 habrá una nueva reunión para aprobar el dictamen en comisión. Se especula con un nuevo fondo fiduciario, una de las herramientas que desparramó en el sector más dinero negro.
Mientras esto sucede, en el Ministerio de Transporte miran ajenos. Lo están: el ministro, Mario Meoni, es casi un objeto decorativo.
Diego Cabot