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Vicentin, LATAM y default en vista: el Gobierno quiere bajar el costo político y negociará con la aerolínea para que se quede

La premisa que impera en el Gobierno es breve pero contundente: siempre en términos políticos, evitar los incendios. En ese tren, y mientras no disminuye la espuma en torno a la intervención oficial en Vicentin -y cobra forma la figura del default por la falta de acuerdo con los bonistas-, desde el Ejecutivo bajó la orden de que el escenario de retirada blanqueado por LATAM en las últimas horas debe revertirse cuanto antes.
Para ello, la cartera de Transporte, en sintonía con Trabajo, ya diseña estrategias de cara al diálogo que sus representantes mantendrán con ejecutivos de la aerolínea durante la jornada del viernes.
Enfrente tendrá a un bloque duro que entiende que el contexto no es el mejor para la gestión Fernández-Fernández. Y que sabe que cuenta con la ventaja de haber dado el primer golpe, por lo que asume que cualquier intención oficial por acordar la eventual continuidad de los servicios de la compañía deberá estar atada a concesiones o auxilios.
En el Gobierno buscan bajarle el tono a lo anunciado por LATAM e incluso intentan transmitir que la situación de cese de operaciones estaba al caer. "Sabíamos que podía pasar. Es una situación compleja. Yo vengo reuniéndome o hablando con la gente de LATAM Argentina desde que asumí, prácticamente. Venían en una situación compleja", dijo al respecto Mario Meoni, titular de la cartera de Transporte.
"El grupo LATAM venía sustituyendo pérdidas (de la filial argentina) con refuerzos de capital de sus accionistas internacionales, quienes también entraron en una situación compleja", añadió, en expresiones que eluden cualquier crítica a lo dispuesto por la compañía. Y omiten por completo los sucesivos intentos de la aerolínea por imponer en la Argentina su esquema de recorte masificado de sueldos, suspensiones sin goce de salarios, y despidos.
"En 2018 (LATAM) perdió 132 millones de dólares mientras que en 2019 perdió otros 133 millones", detalló el funcionario.
Los dichos de Meoni tampoco son precisos respecto del momento que atraviesan los accionistas de la aerolínea. A principios de mayo, como expuso iProfesionalLATAM repartió 57 millones de dólares entre sus inversores como corolario a la última junta en la que se evaluaron los números de 2019.

La concreción de este movimiento financiero fue confirmada a este medio por fuentes ligadas a la aerolínea, accionistas de la firma y también por voceros sindicales. En momentos en que concretaba esa acción, LATAM se encontraba solicitando ayuda económica al gobierno de Chile. Y tramitaba, además, el acceso a créditos con las máximas autoridades políticas en Colombia y un grupo de bancos de Brasil.
"Si bien es cierto que la operación de LATAM en Argentina no venía generando los mejores resultados, tampoco es que le implicaba gastos cuantiosos a la compañía. Después de todo, acá volaban los aviones más viejos del holding. El contexto de pandemia le sirve de excusa para disimular los motivos", dijo a iProfesional un analista que sigue la interna de la compañía.
"Pero no es casual que a partir del anuncio de la empresa entrara en juego el Ministerio de Trabajo antes que el de Transporte. Meoni recién ahora ganó presencia. En la industria todos saben que, más allá de que hay que discutir qué pasará con los empleos, los grandes temas de la aerolínea en este último tiempo tuvieron que ver con el personal",
Parte de esto quedó a la vista en la carta que Rosario Altgelt, CEO de LATAM en Argentina, remitió a los empleados de la compañía en la primera mitad del jueves. "... nuestro gran desafío en Argentina siempre fue conseguir la sustentabilidad de las operaciones, para lo cual resultaba imprescindible acordar nuevas dinámicas en materia de productividad, competitividad y eficiencia", expuso.
"Sin embargo, cada iniciativa asociada a estos objetivos fue consistentemente resistida, lo que, en conjunción con un contexto macro cada vez más desafiante, impidió la ejecución de los cambios estructurales necesarios para garantizar nuestra continuidad", añadió.
LATAM solicitó ayuda financiera en toda la región, pero en plena pandemia repartió dividendos millonarios entre sus accionistas.
LATAM solicitó ayuda financiera en toda la región, pero en plena pandemia repartió dividendos millonarios entre sus accionistas.

Sentarse con el Gobierno


Con vistas a la reunión del viernes, las conversaciones respecto de qué alternativas ofrecerles a LATAM para que revierta su cese de actividades abarcan a toda una paleta de opciones que se discuten en las áreas de Trabajo y Transporte.
Lo primero y con mayores posibilidades de resultar aplicado es el apoyo para que la aerolínea acceda a los beneficios del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) que recién solicitó luego de informar que dejaba de volar en cabotaje.
De obtener luz verde en ese aspecto, LATAM se hará con posibilidades para negociar suspensiones y despidos tal como venía reclamando en los últimos meses.
"Si bien los despidos en este contexto, a partir de lo dispuesto por el mismo Gobierno, son 'ilícitos', el PPC abre una ventana de discusión y también permite definir un orden respecto de cómo se puede achicar la nómina", dijo a iProfesional un representante gremial.
En simultáneo, no faltan las voces oficiales que dan cuenta de la posibilidad de que el Gobierno active algún tipo de "ayuda" para cubrir parte del sueldo de los más de 1.700 empleados con los que cuenta la compañía.
De avanzar con medidas de ese tenor, el inconveniente para Fernández más allá de alcanzar un acuerdo con LATAM estará en tranquilizar a la "tropa propia". Ocurre que el kirchnerismo viene metiéndole presión al ministro de Trabajo Claudio Moroni desde que las compañías comenzaron a cambiar las condiciones laborales a partir de la irrupción del Covid-19.
Exige que Moroni endurezca su postura frente al sector privado y a través de sus espadas en el mismo Gobierno mostró su descontento frente al desconocimiento alegado por el ministro sobre los recortes salariales implementados por LATAM en el período abril-mayo y los despidos en Techint.

"Existe una tensión interna muy grande, pero hay confianza en que primará el sentido común en que este es no un momento para mostrar diferencias en el mismo Gobierno. Ya la decisión sobre Vicentin dejó mal parado a Fernández respecto de cómo considera el oficialismo al capital privado. Con LATAM la misión es revertir el cuadro, de por sí difícil por cómo se plantó la empresa, y reenviar el mensaje de que Argentina es una país seguro para invertir. Hay que ver si se logra", comentaron los representantes gremiales consultados.
La firma nunca obtuvo luz verde para aplicar sus políticas regionales de recortes salariales y suspensiones sin goce de sueldo.
La firma nunca obtuvo luz verde para aplicar en Argentina sus políticas regionales de recortes salariales y suspensiones sin goce de sueldo.

Mientras, Aerolíneas pide millones

Mientras se definen estrategias para acercar posiciones con LATAM, trascendió que Aerolíneas Argentinas cerraría el año con subsidios estatales del orden de los 900 millones de dólares. La estatal, que ya controla el 60 por ciento del mercado aéreo fronteras hacia afuera, podría aumentar su predominio en el cabotaje con el freno dispuesto por la compañía de origen trasandina.
Después de todo, hasta el momento en que comunicó su cese de actividades LATAM controlaba el 16 por ciento de la torta de servicios dentro del país. De esa forma, la aerolínea de bandera podría volver a ostentar los números previos a la irrupción de las "low cost" en la Argentina -algo más del 75 por ciento del mercado-.
A principios de junio, el presidente de aerolínea de bandera, Pablo Ceriani, dijo que el déficit en el presupuesto de la compañía, que ha aumentado desde los más de u$s680 millones del año pasado, persistirá hasta que la demanda se recupere, lo que no se prevé que ocurra durante un par de años.
La operadora probablemente tardará al menos cinco años después de eso en alcanzar la rentabilidad, dijo en una entrevista en la sede de la aerolínea en el aeropuerto Aeroparque Internacional Jorge Newbery, de Buenos Aires.
Ceriani señaló que una de las condiciones para la rentabilidad es la demanda, la cual no volvería a la normalidad hasta 2022. El directivo dijo que planeaban frenar las pérdidas estructurales de manera sostenida a partir de entonces y que ese era el horizonte razonable.


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