Autoridades de ANSES admitieron que aún no tienen una fecha para el pago de la asistencia. La demora pone contra las cuerdas a las clínicas privadas, que se encuentran trabajando al 20 por ciento de sus capacidades y comienzan a colapsar.
El gobierno nacional anunció con bombos y platillos la implementación del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) durante una de las conferencias de prensa del presidente Alberto Fernández. La iniciativa tiene dos grupos de beneficiarios. Por un lado, los empleados formales del sector privado y, por el otro, los monotributistas y autónomos que registraron un recorte significativo en sus ingresos como consecuencia de la cuarentena.
Sin embargo, a pesar de que numerosas empresas en situación de emergencia financiera se anotaron y cumplieron con los requisitos, en las últimas horas el gobierno confirmó lo que tanto se temía: aún no hay fechas confirmadas para el cobro de los ATP. Fuentes de la ANSES aseguraron que están terminando de procesar las solicitudes de más de 300 mil compañías inscriptas, con más de 2.5 millones de empleados, y que la demora se debe a la extensión del plazo de inscripción.
Uno de los rubros más perjudicados es el de los sanatorios privados de la provincia de Buenos Aires, quienes se encuentran trabajando al 20 por ciento de sus capacidades desde el 19 de marzo y para quienes los aumentos en los insumos rondarían el 150 por ciento.
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Resulta llamativo el retraso en la ayuda a las clínicas, teniendo en cuenta que constituyen la primera línea de combate en la lucha contra el COVID-19. Distintas federaciones de clínicas aseguraron que, de no llegar esta ayuda en la próxima semana, “continuará cerrando sanatorios, lo que implicaría el colapso del sistema sanitario privado”.
La preocupación entre los representantes de los sanatorios privados en mayúscula. Por otro lado, apuntaron contra Héctor Daer, secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), quien es uno de los principales aliados del gobierno nacional y, según los profesionales médicos, “no puede desconocer la situación”.
Desde las instituciones de salud aseguran haber cumplido con todos los requisitos para asegurarse esta compensación, que hasta el día de hoy es incierta. Del mismo modo, aún no existen novedades sobre el bono prometido por el gobierno como incentivo al personal de la salud. Otra medida anunciada con pompa, pero que no pareciera implementarse con eficacia, perjudicando a todo el sistema sanitario.