“El optimismo es el peor conductor al mando”, comentaba recientemente el economista Guillermo Barba. Los buenos ánimos están alentando el apetito por el riesgo, lo que de paso está favoreciendo también a los precios del petróleo y divisas de mercados emergentes. Pero, de nuevo, el mundo financiero está cayendo en un error que jamás se cansará de repetir: ignorar los fundamentos de la economía real”.
¿Y cuáles son esos fundamentos? Bien, pues según la OCDE, la economía española caerá en 2020, en el escenario más adverso, un 14,4%, el mayor descenso entre los países industrializados, aunque similar a la caída de Francia del 14,1%, y de Italia del 14%
"El problema que vemos en España es que sectores muy afectados como el turismo y la hostelería son especialmente importantes para su economía, por eso los datos peores que en otros países de la Eurozona", explica a el responsable del estudio en la OCDE y exministro portugués Álvaro Pereira.
En el escenario menos adverso la caída de la economía española será del 11,1% en 2020.
Con esos datos lo que cabría preguntarse es ¿cómo es posible que los inversores sean optimistas con las bolsas? La respuesta de los analistas es: Por la recuperación en 2021.
Bien, pues hablemos de la recuperación.
Según el mismo estudio de la OCDE, la economía española se recuperará un 7,5% en 2021 en el mejor de los escenarios, y un 5% en el peor. Una recuperación desde los bajísimos niveles de 2020.
Por tanto, la recuperación no será en forma de “V”, misma velocidad de subida que de caída, lo cuál sí podría justificar las fuertes subidas de las bolsas. Más bien será como una “U extendida”. El economista jefe para Europa de Bank of America, Rubén Segura-Cayuela, afirmaba hoy: “La recuperación sería como una U con la parte baja muy larga, casi estamos hablando del famoso logo de Nike, la parte baja de la U va a durar bastante”.
Según los expertos consultados, los niveles de empleo y de PIB pre crisis sanitaria, no se alcanzarán ¡hasta dentro de cuatro años!
Y eso asumiendo que no vaya haber una segunda oleada en la pandemia, hecho que, según muchos especialistas, es bastante probable.
Resumiendo: Nos encontramos ante la peor recesión económica mundial desde la Gran Depresión, salvando la Segunda Guerra Mundial. La crisis sanitaria está lejos de terminar, aunque aquí en Europa parece que por ahora haya pasado lo peor. Las encuestas a consumidores van todas en la misma dirección: La propensión al consumo ha caído considerablemente, y seguirá así en los próximos trimestres. Los datos de desempleo son históricamente altos en la mayoría de las principales economías mundiales. Las empresas han parado totalmente de invertir, están reduciendo personal, o tienen pensado hacerlo, y reportan caídas en sus ventas y beneficios históricas. ¿Y cómo responden los inversores ante este panorama? Con un incomprensible optimismo a que lo peor ya está detrás de nosotros, y que esto sólo ha sido un mal sueño.Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas durante tres décadas y uno de los principales expertos en pandemias en Estados Unidos, dijo ayer martes: “En un período de cuatro meses, el coronavirus ha devastado al mundo entero. Y aún no ha terminado. ¿Cuándo va a terminar? Todavía estamos al comienzo de esto”.
Pues sentimos decirles que no, que esto no ha sido sólo un mal sueño, y que sus efectos sobre la salud y la economía van a tardar muchos años en recomponerse.
Sigan este consejo: Vayan deshaciendo posiciones de renta variable en sus carteras, e incrementen la liquidez, porque la van a necesitar...aunque sea para comprar los mismos valores que han vendido, pero a precios sensiblemente más baratos.
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