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Hay 3 millones de camioneros en las carreteras de Europa, trasladando todo tipo de cosas, desde comida y muebles, hasta coches y hormigón. Todos comparten el mismo estilo de vida de aparcamientos solitarios, gasolineras y autopistas interminables.
Pero no todos ellos reciben los mismos salarios. Lo que ganan no depende de la habilidad o la antigüedad, sino de dónde vienen.
Los conductores de Europa del Este suelen llevarse a casa mucho menos que los de Europa Occidental. Por ejemplo, un conductor búlgaro podría ganar alrededor de 300 euros al mes, mientras que un italiano podría llevarse a casa 1.500 euros al mes.
Los empleadores aprovechan la división salarial entre Europa del Este y del Oeste para aumentar los márgenes de beneficio. Se trata de una práctica conocida como dumping social, que ha provocado la pérdida de puestos de trabajo en Europa occidental y la explotación de los trabajadores en Europa oriental.
Las consecuencias pueden ser mortales. Al dar voz a las personas directamente afectadas por esta grave situación, este documental expone la realidad de la despiadada industria europea del transporte por carretera y sus efectos divisorios en la política europea.
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