Los mercados mundiales operaron al alza impulsados principalmente por la gradual reactivación de gran cantidad de estados norteamericanos y de gran cantidad de países europeos.Sin embargo el impacto de estas medidas se podrán ver más adelante cuando se pueda evaluar el impacto en la curva de contagios y analizar si se pueden seguir tomando medidas en este sentido o volver hacia un aislamiento más estricto. Por otro lado, el WTI subió un 20%, este aumento en el precio del petróleo impulsó también a los mercados de renta variable. Sumado a esto, Estados Unidos y el Reino Unido comenzaron el día de hoy negociaciones para un acuerdo de libre comercio. Si bien esto tardará en implementarse, es un paso importante para la reactivación económica mundial. Sin embargo los índices norteamericanos que experimentaban alzas mayores al 1,5% recortaron la suba sobre el final de la rueda y cerraron con aumentos de hasta 1%.
La renta variable local también operó al alza en sintonía con el resto de los principales mercados del mundo. Sin embargo, en un día en el que todos los papeles del panel principal experimentaron aumentos, estos fueron generados principalmente por el aumento en el CCL para mantener las relaciones de arbitraje con los papeles que cotizan en Estados Unidos. El volumen operado en acciones locales fue similar al de los CEDEARs que se han vuelto muy populares porque además de brindar cobertura por tipo de cambio también imitan la cotización de su activo de referencia.
En lo que respecta a la renta fija, los principales bonos en su especie D cotizaron mixtos siendo el AY24D el más afectado con una baja del 2,4%. Quedando solamente dos días para el vencimiento de la oferta de reestructuración, recién el día de hoy se comenzó a hablar de que podría extenderse si las comunicaciones con los principales acreedores son productivas. Esto quiere decir que esta semana no se podrá cerrar el tema como ya se preveía pero muestra la buena voluntad de las partes para evitar un default. Los caminos a tomar son múltiples y por lo tanto los títulos públicos argentinos seguirán experimentando volatilidad ya que por más que haya diálogo ambas partes están muy firmes en su postura. Mientras tanto, el gobierno sigue atendiendo otros frentes de deuda como es el mercado local. Este jueves finaliza el canje de LETES o AF20 por una canasta de bonos que ajustan por CER y de esta manera el gobierno sigue buscando descomprimir sus vencimientos en moneda extranjera.
El dólar de la bolsa vuelve a la carga y el MEP avanzó un 6% mientras que el CCL un 5,8%, ubicándose en los $116,78 y $119,13, siendo estos los valores máximos de la semana pasada antes de que entren en vigor las últimas medidas del BCRA. El mayorista y el oficial cerraron una jornada sin cambios, cotizando $67 y $68,75 respectivamente. El Riesgo País retrocedió un 3% y concluyó el día en los 3500 puntos básicos a la espera de las novedades en lo que respecta al canje de la deuda pública.
Luego de gran cantidad de días en aislamiento, la mayoría de los estados se empieza a preguntar qué pasará con su economía y como las respuestas no son alentadoras, decidieron comenzar con una reactivación gradual que les permita volver a producir y a consumir mientras que se sigue muy de cerca el efecto en la propagación del virus. Esta situación genera optimismo en los inversores pero en el caso de que estas medidas no funcionen y haya que volver a priorizar la salud, las consecuencias en los mercados pueden ser muy negativas.
A medida que nos acercamos a momentos definitorios en lo que refiere a la reestructuración de deuda pública, los inversores minoristas deben decidir si siguen a los grandes acreedores y se arriesgan a que sus bonos entren en default, sabiendo que esto significa que puede pasar mucho tiempo hasta tener novedades sobre un nuevo proceso o si entrar para tener un nuevo instrumento y buscar recuperar las pérdidas sufridas durante todo este proceso. Esta decisión depende en gran parte de la aversión al riesgo del inversor y de la paciencia con la que cuente.
Joaquín Candia
Analista
RAVA
La renta variable local también operó al alza en sintonía con el resto de los principales mercados del mundo. Sin embargo, en un día en el que todos los papeles del panel principal experimentaron aumentos, estos fueron generados principalmente por el aumento en el CCL para mantener las relaciones de arbitraje con los papeles que cotizan en Estados Unidos. El volumen operado en acciones locales fue similar al de los CEDEARs que se han vuelto muy populares porque además de brindar cobertura por tipo de cambio también imitan la cotización de su activo de referencia.
En lo que respecta a la renta fija, los principales bonos en su especie D cotizaron mixtos siendo el AY24D el más afectado con una baja del 2,4%. Quedando solamente dos días para el vencimiento de la oferta de reestructuración, recién el día de hoy se comenzó a hablar de que podría extenderse si las comunicaciones con los principales acreedores son productivas. Esto quiere decir que esta semana no se podrá cerrar el tema como ya se preveía pero muestra la buena voluntad de las partes para evitar un default. Los caminos a tomar son múltiples y por lo tanto los títulos públicos argentinos seguirán experimentando volatilidad ya que por más que haya diálogo ambas partes están muy firmes en su postura. Mientras tanto, el gobierno sigue atendiendo otros frentes de deuda como es el mercado local. Este jueves finaliza el canje de LETES o AF20 por una canasta de bonos que ajustan por CER y de esta manera el gobierno sigue buscando descomprimir sus vencimientos en moneda extranjera.
El dólar de la bolsa vuelve a la carga y el MEP avanzó un 6% mientras que el CCL un 5,8%, ubicándose en los $116,78 y $119,13, siendo estos los valores máximos de la semana pasada antes de que entren en vigor las últimas medidas del BCRA. El mayorista y el oficial cerraron una jornada sin cambios, cotizando $67 y $68,75 respectivamente. El Riesgo País retrocedió un 3% y concluyó el día en los 3500 puntos básicos a la espera de las novedades en lo que respecta al canje de la deuda pública.
Luego de gran cantidad de días en aislamiento, la mayoría de los estados se empieza a preguntar qué pasará con su economía y como las respuestas no son alentadoras, decidieron comenzar con una reactivación gradual que les permita volver a producir y a consumir mientras que se sigue muy de cerca el efecto en la propagación del virus. Esta situación genera optimismo en los inversores pero en el caso de que estas medidas no funcionen y haya que volver a priorizar la salud, las consecuencias en los mercados pueden ser muy negativas.
A medida que nos acercamos a momentos definitorios en lo que refiere a la reestructuración de deuda pública, los inversores minoristas deben decidir si siguen a los grandes acreedores y se arriesgan a que sus bonos entren en default, sabiendo que esto significa que puede pasar mucho tiempo hasta tener novedades sobre un nuevo proceso o si entrar para tener un nuevo instrumento y buscar recuperar las pérdidas sufridas durante todo este proceso. Esta decisión depende en gran parte de la aversión al riesgo del inversor y de la paciencia con la que cuente.
Joaquín Candia
Analista
RAVA