En términos generales, las coberturas petroleras que México ha adquirido desde el año 2001 son una estrategia positiva ya que, de acuerdo con los datos oficiales con estimaciones para 2020, los ingresos históricos por este concepto alcanzan la cifra de 449.8 mil millones de pesos (mdp), mientras que los egresos o costos suman un monto de 288.5 mil millones de pesos, lo que representa un balance neto positivo de 161.3 mil millones de pesos en beneficio de las finanzas públicas del país.
Sin embargo, un análisis elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señala que las coberturas petroleras garantizan la mayor parte de los ingresos petroleros del gobierno federal, pero no los ingresos propios de Pemex; lo anterior implica que en el balance final las coberturas no pueden compensar la pérdida de ingresos petroleros totales.
Esa es la relevancia de la caída de los precios internacionales del petróleo; si bien los ingresos por dicho concepto están garantizados para el gobierno federal al menos este año, el impacto de la caída de los precios en Pemex y el hecho de que estos mismos ingresos tengan una manifiesta sobreestimación, afecta necesariamente en la elaboración presupuestal porque se consideran ingresos que no se cumplen y que de alguna manera deben ajustarse.
Por ejemplo, en 2019 se registró un monto de 88.7 mil millones de pesos menos en ingresos a los estimados originalmente, por una cotización menor en el precio del barril del petróleo. Lo anterior provocó que el gobierno federal utilizara 129 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), un fondo que se constituyó en la administración anterior justamente para resarcir faltantes presupuestales en casos como el del año anterior.
Los ingresos estimados originalmente en el presupuesto para 2020 ya no tienen nada que ver con lo que hoy se consideran bajo el contexto actual, las coberturas compensarán algo, sobre todo en la parte de los ingresos federales, pero no podrán subsanar el gran total.
De acuerdo con las cifras contempladas en el análisis elaborado por el CIEP, en el presupuesto para 2020 se consideraron ingresos de 987.3 mil millones de pesos en ingresos petroleros totales, pero la cifra actual ya es de 572.6 mil millones, 42 por ciento menos. El gobierno federal ingresaría 412.8 mil millones en todo el año, pero 4 meses después la expectativa es de 217.1 mil millones, un recorte de 47 por ciento. Por su parte Pemex tendría ingresos por 574.5 mil millones, pero hoy esa estimación es de 355.5 mil millones, es decir, un 38 por ciento menos.
Este mecanismo, el de las coberturas petroleras, protege los ingresos petroleros del gobierno federal; en el caso concreto de este año cubrirán el 77 por ciento de los ingresos petroleros esperados; asimismo, resarcirán aproximadamente 36 por ciento de la caída de los ingresos petroleros totales.
Sin embargo, la cobertura no es extensiva a los ingresos propios de Pemex, es decir, la empresa mexicana sí va a reflejar un fuerte impacto por el desplome de los precios internacionales del petróleo ya que, pese a que también adquirió sus propias coberturas, lo hizo solamente por el 14 por ciento de su producción. Lo anterior también implica que ya en el balance total, las coberturas petroleras no compensarán la pérdida de ingresos petroleros totales.
En resumen, las coberturas petroleras son un éxito sin la menor duda, ya que sus beneficios históricos en términos monetarios son superiores a sus costos. Sin embargo, no alcanzan a compensar en momentos como los que vivimos el descenso total de ingresos esperado por el desplome de los precios internacionales del petróleo. Habrá efecto negativo en las finanzas públicas del país, sí o sí.
FEIP, cerca de su extinción
Los ajustes presupuestales que se han requerido realizar desde el año anterior, han prácticamente erosionado los recursos del FEIP, lo que compromete la situación de las finanzas públicas para los años siguientes, en caso de que no se recuperen los recursos de este fondo en los meses o años siguientes. Una cifra lo dice todo, en solamente dos años el FEIP perdió 89 por ciento de sus recursos, de acuerdo con el análisis del CIEP, lo que compromete seriamente la estabilidad presupuestaria hacia el futuro y con ello, la estabilidad del país.
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