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Se habla mucho sobre cómo los bancos europeos podrían ser parte de la solución en la crisis del coronavirus, en lugar de ser una gran parte del problema durante la Gran Crisis Financiera.
Después de haber caído sustancialmente, reforzado sus colchones de capital y liquidez desde 2008, se espera que hagan frente (con los dedos cruzados) a las pérdidas inevitables y desempeñen un papel clave en la distribución de los préstamos respaldados por el gobierno anunciados para mantener a flote la economía en el futuro.
Si bien su balance se verá afectado, la agencia de calificación Scope cree que el dolor será manejable.
"El escenario base de Scope es que las pérdidas de préstamos y la inflación de RWA no llegarán a poner en peligro el crédito bancario para la mayoría de los bancos", dijo en un comunicado.
Sin embargo, habrá ganadores y perdedores y el panorama bancario europeo podría no ser el mismo después de la crisis.
"Scope cree que las fusiones y adquisiciones oportunistas y estratégicas probablemente resurgirán con el tiempo en los fragmentados mercados bancarios de la UE", escribe la agencia de calificación.
"Los precios de las acciones bancarias maltratadas ofrecen a los bancos con los balances más sólidos la oportunidad de determinar dónde les gustaría aumentar su cuota de mercado. Los reguladores también verán las fusiones como una forma de facilitar la salida de los jugadores más débiles del mercado".
