"Lamentamos esta situación, pero la salud de todos los participantes y exhibidores es nuestra mayor prioridad", ha afirmado hoy Maurice Turrettini, presidente del consejo de la fundación organizadora del evento. Tal y como sucedió con GSMA con la suspensión del Mobile, los organizadores argumentan una "causa de fuerza mayor y una tremenda pérdida para los fabricantes que han invertido masivamente en su presencia en Ginebra", con lo que intentan eludir posibles responsabilidades en forma de indemnizaciones.
En este salón las marcas lanzan sus principales novedades y convierten el recinto de Palexpo, donde se celebra la feria, muchos de sus espacios de exhibición en un museo de la vanguardia automovilística, pero ese gasto se mantiene en hoteles y restaurantes. De ahí que los organizadores asuman que "las consecuencias financieras para todos aquellos implicados son significativas y necesitarán ser asesoradas en las próximas semanas". De momento, el precio de las entradas vendidas será reembolsado.
Los organizadores del evento habían rechazado desde hace semanas la posibilidad de anular el evento, al advertir que no había casos detectados en Suiza, por lo que consideraban lejanos los riesgos. La detección del primer caso en Suiza hizo sonar las alarmas y ayer los organizadores se reunieron para tomar una decisión que postergaron para hoy. En vez de los organizadores ha sido el Gobierno el que les ha facilitado dar el paso de la anulación, al decretar la prohibición.
El objetivo del Gobierno suizo es claro: limitar la transmisión del
coronavirus en su territorio. Y eso afecta a uno de las ferias de automoción más grandes del mundo. "Estas medidas se han mostrado eficaces en otros países", ha declarado el ministro suizo de Sanidad Alain Berset, que ha defendido que la decisión es acorde con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde el pasado martes cuando se detectó la primera infección en el país helvético, Suiza ha identificado otros 15 casos positivos. Una cifra nada despreciable para un país de poco más de ocho millones de habitantes.
La feria se iba a celebrar entre el 3 y el 15 de marzo. Aunque los responsables del comité organizador y Palexpo, la entidad equivalente a Ifema en Madrid o Fira en Barcelona, habían confirmado
el pasado miércoles la celebración, pero el certamen finalmente ha sido cancelado este viernes ante el auge de contagios por la enfermedad en Europa.
Como en el Mobile de Barcelona, ya se habían producido cancelaciones antes de que se consumase la anulación del evento. Un día antes Toyota España anunció que no acudiría a la feria, y otras compañías automovilísticas habían preparado medidas preventivas. “Si al final se celebra vamos a reducir al mínimo imprescindible la presencia de nuestros empleados en el interior del recinto para minimizar riesgos de contagio”, señaló un director de comunicación que prefirió no ser identificado.
La empresa española Seat, filial del grupo alemán Wolkswagen, es una de las compañías más afectadas por la cancelación. La firma automovilística era la que más personal iba a trasladar al evento, unas 200 personas. Durante la feria, el fabricante de coches tenía planeado presentar el nuevo Cupra Formentor, así como exhibir los nuevos
Seat León y Cupra León 2020 desvelados en las últimas semanas.
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