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Alemania está rechazando las medidas del presidente Donald Trump para imponer sanciones al controvertido gasoducto Nord Stream 2, y el principal diplomático de Angela Merkel rechaza la intromisión exterior.
"La política energética europea debe decidirse en Europa, no en Estados Unidos", dijo el jueves el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, en un comunicado enviado por correo electrónico. "Rechazamos fundamentalmente la intervención y las sanciones externas con efecto extraterritorial".
Las medidas amenazadas durante mucho tiempo en el proyecto del Mar Báltico que suministra gas a Alemania directamente desde Rusia se impondrían a las empresas que ensamblan el gasoducto, una empresa de la compañía energética rusa Gazprom PJSC. La Cámara de Representantes de los Estados Unidos incluyó las sanciones en un proyecto de ley de autorización de defensa aprobado el miércoles.
Se espera que el Senado apruebe la medida a principios de la próxima semana antes de que Trump la firme.
El gobierno de Merkel se ha estado preparando para las sanciones de Estados Unidos en el enlace de suministro submarino de 1.230 kilómetros (764 millas), a través del cual Trump acusó a Alemania de enviar "miles de millones" de dólares a Rusia. El proyecto también recibió críticas en la Unión Europea, y las naciones lideradas por Polonia dijeron que aumenta la dependencia del bloque del gas ruso.
Las sanciones, que cuentan con el apoyo bipartidista en ambas cámaras del Congreso, se producen a solo unos meses de la finalización del proyecto. La disposición se dirige a buques que colocan la tubería, así como a ejecutivos de empresas vinculadas a los buques. Se les podrían denegar visas y bloquear transacciones relacionadas con sus propiedades o intereses en los Estados Unidos.
La firma francesa de electricidad y gas Engie SA, OMV AG, Royal Dutch Shell Plc, Uniper SE y Wintershall DEA, también son inversores en el proyecto Nord Stream 2 junto con Gazprom.
bloomberg
