El bono para trabajadores del sector privado fue confirmado. Con este ingreso extra, por limitado que parezca, surge la posibilidad de generar algo de alivio en la salud financiera de miles de argentinos que se fueron endeudando en los últimos años y pagaron el costo de una política de tasas de interés por las nubes que fracasaron en su intento por aplacar la inflación y reducir la compra y fuga de dólares.
En la columna de hoy abordaremos un método denominado Índice de Cash Flow para quienes deseen darle un destino inteligente a ese dinero precancelando deudas, a fin de quitarle presión a las finanzas personales en 2020. Vamos con la explicación y un ejemplo de aplicación.
Índice de cash flow: la tasa no es lo más importante
La situación que analizamos toma como modelo a una persona que tiene al menos tres tipos distintos de deuda, como un préstamo personal para refacciones en el hogar, préstamos de autoahorro y deuda con la tarjeta de crédito.
Dado que esas obligaciones financieras se llevan una buena parte de sus ingresos, la idea es precancelar deuda con los 5000 pesos del bono (y, si es posible, con cualquier otro excedente que se pueda generar) de manera tal de bajar las erogaciones de dinero durante 2020.
Ante la pregunta acerca de cuál de esas tres deudas conviene reducir, la mayoría de los asesores financieros responderá que lo mejor será atacar la que pague una mayor tasa de interés, pero el consejo es erróneo. El Índice de Cash Flow es un sistema desarrollado por Garrett Gunderson -autor de varios best seller de finanzas personales en EE.UU.- que prioriza la precancelación de deudas en función del flujo de dinero que cada una de ellas le quita al deudor todos los meses.
Se trata del siguiente cálculo: Monto de la deuda a pagar / Pago mínimo mensual.
Cuanto más bajo sea el resultado, más urgente será la precancelación de esa deuda.
El Índice de Cash Flow nos dice entonces que, si el número en cuestión da entre 0 y 50, la deuda es muy nociva (o simplemente nociva) para nuestros bolsillos, por lo que conviene precancelarla cuanto antes. Un resultado entre 50 y 100 habla una deuda no tan nociva a la que igual debe prestársele atención para no perder de vista su evolución. De 100 en adelante no sería tan relevante para nuestras finanzas personales. Por ende, los estímulos para su precancelación disminuyen.
Pasemos a un caso concreto para entender mejor su aplicación.
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