Justamente vemos que antes de la gran caída del año 2000 y de la gran caída del año 2008, las ganancias corporativas (linea azul) ya venían cayendo. Y esto es exactamente lo que está pasando ahora.
(La linea roja muestra la evolución del índice de acciones llamado Wilshire 5000. No es de los más conocidos, pero es el más amplio de todos: incluye prácticamente a todas las empresas que cotizan en la bolsa de EEUU).
Sin dudas, más temprano que tarde veremos una fuerte corrección en el precio de las acciones.
Pero aquí va la pregunta del millón: ¿por qué los mercados todavía no reaccionaron como deberían frente a la caída de las ganancias corporativas?
La respuesta es simple: por los enormes programas de recompra de acciones.
¿Cómo funciona esto?
Las empresas toman deuda (muy barata, gracias a los Bancos Centrales) para financiar enormes programas de recompra de acciones. Al recomprar sus propias acciones, hacen subir su precio, PERO ADEMÁS bajan la cantidad de acciones en circulación. De esta manera suben (artificialmente) las ganancias por acción. Veámoslo con un ejemplo:
Las acciones de Apple actualmente se encuentran cotizando en la zona de los US$ 200, cerca del doble del nivel que tenían en 2015.
Esto es importante porque las ganancias de Apple son las mismas que en ese año. Es decir, en estos 4 años, las ganancias totales de la empresa no aumentaron, aunque el precio de sus acciones casi se duplicó.
Lo que sucedió es que desde 2015 Apple recompró cerca de 1.200 millones de sus propias acciones. Esto hizo que las ganancias por acción subieran de US$ 9,22 en 2015 a US$ 11,51 este año.
¿Qué significa esto para los inversores? Que están asumiendo un riesgo muy alto, ya que están comprando lo mismo que en 2015 (medido en términos de ganancias) pero al doble de precio.
Para los que dicen que la inflación en EEUU es bajísima, eso no es del todo cierto. Hay una inflación enorme en las acciones de la bolsa, con precios que están por las nubes.
Este ha sido uno de los motores del mercado alcista que ya lleva casi diez años. Sin embargo, esta fantasía está a punto de terminar. Y las consecuencias pueden ser devastadoras.
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